23 febrero, 2005

Con todo el morro

Una de las cosas que podemos agradecerle al gobierno socialista que llevamos disfrutando desde hace unos 10 meses es que hayan perdido la virtud (o quizás el vicio) del disimulo. Es algo que no deja de sorprenderme, porque al fin y al cabo la cortedad de su mayoría parlamentaria podría hacernos pensar que se iban a conducir con cierta prudencia disfrazada de modestia pero, muy al contrario, desde su llegada al poder lo ejercen “a calzón quitado”, como si les respaldasen 300 diputados.

Nace esta reflexión, como ustedes se pueden imaginar, de todos los movimientos que estamos viendo alrededor del mundo de la televisión, desde el comité de sabios/listos (¿pero cómo me hace usted esto a mí, señor Savater?) hasta el comité de espabilaos que forman nuestro gobierno y la dirección general de Sogecable.

Como la decisión y el atropello que implica están más que tomados, sólo pediría una cosa: disimulen un poco, por favor, que no se note tanto que da vergüenza ajena…

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