El bajo comisionado, de mal en peor

Los grados de inmundicia a los que está llegando el Sr. Peces Barba en el ejercicio de su cargo como Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo no dejan de asombrarme, y personalmente me parece que o su torpeza es infinita o su mala intención es absolutamente despreciable, pero tanto en un caso como en el otro no da la talla ni como comisionado de su junta de vecinos para el tema del felpudo del portal.

Me estoy refiriendo, como supongo que muchos de ustedes habrán imaginado, a su decisión de acudir al homenaje a Fernando Buesa que se celebrará hoy jueves y, sobre todo, a como contrasta esta presencia y las clamorosas ausencias previas en homenajes similares a políticos como Gregorio Ordóñez o el matrimonio Jiménez Becerril.

Y es que parece ser que para ese señor, dicho sea lo de señor de forma completamente metafórica y no sin algo de ironía, no todos los muertos son iguales, y hay algunos que merecen su augusta presencia en el homenaje que se les tribute y otros que no. Casualmente los del primer grupo son aquellos que eran miembros del PSOE al ser asesinados, mientras que los del segundo, que casualidad, eran miembros del PP.

Supongo que el señor Peces Barba, dicho sea lo de señor de forma completamente metafórica y no sin algo de ironía, se alegrará de que no haya muchos homenajes que hacer a miembros del PNV, pues dado el inaudito grado de vagancia que nos demuestra eso podría suponer una sobrecarga en su agenda francamente insoportable.

Que un responsable político no sea capaz de comprender la exquisita neutralidad política que exige un cargo como el que ostenta nos habla de una estupidez muy profundamente arraigada o de una maldad llamativamente descarada. En cualquier caso, por una u otra razón o por una combinación de ambas que no deberíamos descartar, creo que este individuo, este tipejo mentiroso y moralmente impresentable, debería desaparecer de la vida pública ya, dimitir de todo e irse a su casa a rumiar por el sótano su desvergüenza de rata.