Un nuevo éxito de la diplomacia moratinesca

A pesar de las súplicas de los pocos disidentes vivos, la UE suspendió ayer las sanciones que pesaban sobre ese paraíso de la democracia llamado Cuba, verdadera isla de Jauja do se ata los perros con longanizas y las libertades brillan con cegadora intensidad.

En este cambio de posición ha sido fundamental la posición española, como ayer resaltaba exultante nuestro Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel (“Curro”) Moratinos. La decisión se basa, al parecer en las pocas excarcelaciones que el régimen de La Habana ha realizado últimamente como la de Raúl Rivero.

Vemos, por tanto, que el mecanismo de cualquier dictadura que se precie para engatusar a la Unión Europea es simple como el de una fregona: se detiene a unos cuantos personajes relevantes y se les encarcela por el delito cometido al nacer, como diría Segismundo; más tarde se anuncia con bombo y platillo lo horrísono de sus delitos; ante la movilización internacional en su favor se apela a la dignidad nacional y, de paso, se toman un par de medidas como robarle a la gente el 10% de lo que le envían desde Miami; finalmente, se suelta a los detenidos en un estado lamentable y, como por ensalmo, las cancillerías europeas se tragan el anzuelo.

Nuestro amigo “Curro”, que como su propio nombre indica es muy partidario del Caribe y de la democracia “a la caribeña” se muestra muy satisfecho de las excelentes relaciones que mantiene con un personaje tan siniestro como Fidel Castro, a día de hoy el dictador con más años de poltrona en todo el mundo y todo un recordman también de la democracia y los derechos humanos.

Mientras, y en agradecimiento a la fastuosa contribución española a lo ocurrido este domingo en Irak, la Casa Blanca se ha apresurado a desmentir que Bush se reunirá con Zapatero en la cumbre de la OTAN en Bruselas.

Seguimos de la manita de lo peor de a escena internacional, claro, a nuestro nivel.