02 marzo, 2005

El PP y la televisión pública

Llevamos bastante tiempo dándole vueltas al tema de las televisiones públicas (y de las otras). Cuando no es por culpa de las licencias, es por los sabios (¿pero cómo ha podido hacerme esto a mí, señor Savater?) y cuando no porque salen las cifras de audiencia y, mes tras mes, Televisión Española profundiza en su ridículo.

Y es que el más famoso de los Entes se está convirtiendo en un problema todavía más grave de lo muy serio que ya era, y encima el desconcierto de los políticos alrededor del sentido que tiene una televisión pública y del modelo empresarial que debe seguir es mayúsculo, tanto en el gobierno como en la oposición.

A este respecto esta mañana he escuchado una entrevista bastante llamativa con Macarena Montesinos, que es la portavoz del PP por lo que respecta a la cosa televisiva de carácter público. La conclusión ha sido que la señorita o señora Montesinos tiene una empanada mental de padre y muy señor mío, y lo que es peor, su propia esquizofrenia no es otra cosa que el reflejo de la de su partido respecto a todo lo relacionado con la comunicación.

Porque en lugar de darle alegría a su cuerpo, Macarena decía con todo el convencimiento de su voz que el modelo de televisión pública del PP pasa por el liderazgo de audiencia y la rentabilidad, señalando como un drama de la actual gestión la pérdida de confianza de los anunciantes. Vamos, el acabose.

Yo era, ay pobre de mi, de los que pensaba que votando a José María Aznar allá por el año 96 apostábamos por la privatización de esa máquina de corrupción y manipulación que es, ha sido y será siempre una televisión pública en España. Abundando en mi inocencia cuando llego la mayoría absoluta del 2000 pensé que ahora sí, que por fin nos libraríamos de ese pozo sin fondo, de ese lastre presupuestario inútil. Pero no, el PP no sólo no privatizó TVE sino que la manejó de una forma lamentable, con una programación ciertamente patética y un déficit creciendo año tras año.

Televisión Española es el mejor ejemplo de la desorientación ideológica y política en la que se encuentra el principal partido de la oposición, que se ve obligado a hacer oposición a políticas de izquierdas pero que no se atreve a promover las opciones conservadoras ni, por supuesto, las liberales. Cuando se habla de TVE comprobamos como el PP no tiene artillería para defenderse de la demagogia de las izquierdas y los nacionalismos y, además, renuncia a las armas que le podrían servir como son las recetas liberales que tan buenos resultados les han dado cuando, siempre de forma tímida, vacilante, timorata.

Pues señores del PP, revisen sus bolsillos las veces que sean necesarias, pero no van a encontrar nada que les sea tan útil a la hora de hacer programas e ideologías como las soluciones liberales, primero porque funcionan y segundo porque en la demagogia populista les ganan siempre por goleada. Soluciones liberales como, en el caso de los medios de comunicación públicos, privatizar de una santa vez y dejar de sangrarnos.

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