El Premio Nobel, jajaja

El ABC destapa hoy una interesante información sobre las conversaciones que tiene en su poder el Fiscal General del Estado entre un preso de ETA y una representante de Ekin. Sí, esas mismas que se supone que prueban que la “limpia” lista de Aukera Guztiak está manejada por Batasuna y, por ende, por la propia ETA.

Pero resulta que en la citada conversación no sólo se hablaba de eso, sino que había un tema todavía más jugoso: la constatación de que ha habido conversaciones entre Batasuna y el PSOE; unos "coloquios" que diversos dirigentes socialistas habían negado con vehemencia anteriormente a pesar de los insistentes rumores que apuntaban en esa dirección.

Dos cosas nos llaman la atención de esta noticia, por un lado la creciente afición del partido en el poder (me refiero al PSOE, no lo confundan con ERC aunque ya sé que la expresión “partido en el poder” podría llevar a algunos malpensados a esa confusión) por las reuniones “discretas”: todo se hace con tal discreción que parecería secretismo, se ve que la luz está cara y los taquígrafos deben ser una reminiscencia de la dictadura a retirar.

El segundo punto de la información de ABC que me parece sumamente interesante es el fino conocimiento psicológico de nuestro presidente José Luis Rodríguez Cetapé que han demostrado los etarras. Miren si no lo que le decía a su compañero etarra la representante de Ekin no sin cierto regocijo y cachondeo:

“Hay que planteárselo así al señor ZP, o sea: tú vas a solucionar el conflicto mayor que ha tenido el Estado español, pasas a la historia, tío, premio Nobel de la paz, te dan el premio Nobel de la paz, jajaja”.

Los etarras piensan que ante la perspectiva del Premio Nobel, del pasaje a la historia en primera clase, viéndose en forma de estatua ecuestre frente a los Nuevos Ministerios a Cetapé se le va a hacer el culo pepsicola (con perdón) y entre las burbujitas le van a endilgar a España tantas brazas de tranca como tengan a bien personajes tan entrañables como Josu Ternera, Otegui o el propio Carod. Probablemente tienen razón y lo peor de todo es que seguramente sería la rendición más rentable electoralmente de la historia. Más vale que vayamos preparando la vaselina, como diría Maragall.

La noticia y la historia podrían ser de risa, pero lamentablemente son de miedo.