A engordar tocan

Zapatero se reúne hoy con Kofi Annan y le va a plantear que España debe ganar peso en la ONU, para ello, barrunto yo, nos debemos imponer una rigurosa dieta a base de Alianza de Civilizaciones para lo que tendremos que esperar, eso sí, a saber en qué consiste el engendro.

Pero el caso es que, mientras llega el menú “aliáncico”, por llamarle de algún modo, me pregunto como haremos para ganar peso, máxime después de la temporada de anorexia internacional que llevamos desde que en los fogones de la cocina de exteriores está el famoso gourmet Moratinos, especialista en vinos de Burdeos.

La experiencia nos demuestra que, al menos de un tiempo a esta parte, lo mejor para ganar peso en la escena internacional es la hamburguesa, plato que pese al supuesto origen hanseático que refleja su nombre es más bien reconocido como una especialidad yanqui, vedada por tanto para nuestros muy “culturecidos” y “europeizados” estómagos. Y, sinceramente, veo un poco complicado que logremos engordar a base de cuscús, de yogurt mogol o de las especialidades caribeñas, bien sea en su versión cubana (que para dar comida están los pobres), bien en la venezolana.

Difícil problema, por tanto, que será complicado superar sólo con el buenismo lelo que nos caracteriza y que venimos preconizando, porque a diferencia de lo que en nuestras tristes vidas suele ocurrir ganar peso en uno de estos lugares y/o organismos se logra o a base de acero militar (que es bastante pesado, desde luego) o cuando los demás se dejan, y lo segundo es muy muy complicado sin abundante provisión de lo primero.