01 marzo, 2005

¿Quién dijo sangre por petróleo?

Nuestro más querido y admirado Ministro de Asuntos Exteriores sigue afianzando paso a paso la alianza de civilizaciones, ese magno proyecto que le ha sido confiado como misión divina y que nos llevará a la paz perpetua o, en su defecto, a la paz eterna. Hasta ahora tan elevada asociación contaba con pocos países pero muy representativos de diferentes tipos de civilizaciones: la teocracia chiíta, el comunismo trashumante de altiplano y la república bananero-caribeña, es decir, lo más florido y granado del orbe.

Sin embargo, todos sentíamos que faltaba algo, que la multiculturalidad no estaba lo suficientemente bien representada, que había que ampliar el menú, así que parece que lo que toca es incorporar una dictadura de lo peorcito del África negra y sobre la que pesan serias sospechas de practicar ciertas formas de “gastronomía” que pueden ser una aportación de gran interés para la Alianza de (in) Civilizaciones.

Para que no quepa duda alguna y dentro de su valiente campaña en pro de la defensa de los vencedores y la masacre de los perseguidos Moratinos, de visita en Guinea Ecuatorial, muestra “su absoluto rechazo a las acciones de desestabilización contra Obiang” y la predisposición del gobierno a revocar el estatuto de refugiado que ampara a Severo Moto el principal líder de la oposición en el exilio, “si se demuestra que estuvo implicado en el intento de golpe de estado de 2003”.

Es decir, cuando nos encontramos frente un régimen entre los más crueles de África (y ese es una galardón difícil de lograr) que practica la limpieza étnica sistemática y que tiene altas garantías procesales (te garantizan una condena a muerte si molestas al régimen) nuestra reacción es defenderlo y entregar al principal opositor, supongo que para ser asesinado tras una parodia de juicio.

Y resulta que Guinea Ecuatorial, ese pequeño país en el centro del Golfo de África, tiene unas reservas de crudo de tomo y lomo, entre las más importantes del mundo. ¿Cómo podemos llamar a eso sino sangre por petróleo?

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