El señor Joan Ignasi Puigdollers era el Presidente de GISA, la empresa pública que ha montado la Generalidad de Cataluña para gestionar todo lo relativo a la realización de infraestructuras o, dicho en otras palabras, los espabilados que han hecho el túnel del Carmelo.
Ayer compareció en la Comisión de Investigación del Parlamento Catalán (por cierto, cada día está más claro hay que tener cuidado con las comisiones: las carga el diablo) y en un momento de debilidad se le escapó que alguien, no sabemos quien, le había dicho que a determinadas empresas había que tratarlas “con cariño”.
A mí tan humano gesto de tratar con cariño a una empresa (entrañable pero difícilmente comprensible, la verdad, no acabo de saber cómo se puede hacer tal cosa… bueno, quizá sí que lo veo) me ha recordado a una habanera muy famosa que cantaba mi muy querida tía y que decía algo así (letra adaptada para la ocasión, por supuesto):
“Si a tu ventana llega una constructora…A los pocos minutos de haber dicho tal el señor Puigdollers se percató de que había entrado en un jardín no solamente carente de flores sino abundante en cactus, así que minutos después de decirlas negó sus propias palabras. ¡Ay Diego cuantas veces se toma en vano su nombre en estos días de atribulación!
trátala con cariño que es mi persona”
Por otra parte y como glorioso fin de fiesta, en la misma comisión un responsable de idéntica empresa pública afirmó que el famoso hundimiento del Carmelo fue un error humano “bastante tonto” (palabras literales). Así que los miles de personas que han perdido sus casas y se encuentran en la calle ya saben que los suyo es eso, una tontería, cosas que pasan, fíjate tú, si es que casi me da la risa.
Hay comisiones que no está uno para nada…
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