17 marzo, 2005

Todo es negociable, según Chaves

El Presidente de Andalucía se va de viaje a Marruecos y dice que allí se siente “como en casa”, lo cual no sé si debería indignar a los andaluces o preocuparles, pues mal vamos si ese es el futuro que Chaves desea para su región y, la verdad, es que su gestión va por ese camino: cada vez menos libertad y una disminución similar de la prosperidad.

Pero a pesar de sentirse como al calor del propio hogar, al mandamás andaluz se ve que las aguas allende del Estrecho de Gibraltar le producen, como a la mayoría de los europeos, cierta descomposición (nos hemos convertido en unos blanditos), sólo que a él tal dolencia se le manifiesta en forma harto peculiar: no para de soltar heces, como todo hijo de vecino, pero él lo hace por la boca. Es lo que en términos médico-políticos se denomina “diarrea verbal”: muchas frases y todas son una mierda.

El último hito en esta cadena (del váter) ha sido asegurar que en las relaciones entre España y Marruecos “no hay ningún tema tabú y todos los asuntos se pueden poner sobre la mesa para discutirlos y negociarlos”. Por supuesto, el señor Chaves no es tonto, es un pésimo presidente autonómico que en 15 años no ha logrado que su región avance al mismo paso que las demás sí, pero tonto no es, así que cuando dice algo así sabe que ese todo no es otra cosa que Ceuta, Melilla y si me apuran las Islas Canarias.

Estamos en la era del talante, especialmente para con aquellos países que, como Marruecos, son víctimas de dictaduras terriblemente opresoras que desprecian el valor de la vida humana y a sus propios súbditos, pero no deja de sorprenderme ver como hasta partes de nuestro país pueden ser objeto de trueque en esta lonja en la que todo es negociable.

Pues no señor Chaves, hay cosas que no pueden ser objeto de negociación y menos con aquel que sabemos que lo pretende es robárnoslas.

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