Con la diferencia de horario se hace bastante difícil seguir cualquier acontecimiento que tenga lugar en España, por otra parte, estoy aprovechando mi voluntario destierro (que dura suena esa palabra con lo a gusto que estoy yo) para descansar un poco la mente de la política española, que me apasiona tanto como me descorazona en tantas ocasiones, así que entre unas cosas y otras no he prestado demasiada atención a las elecciones vascas.
Hoy si que tenía ganas de ver los resultados y he de decir que me han sorprendido, no ha sido grata pero sí que me he llevado una buena sorpresa. Lo primero que quiero señalar es que mi más absoluto desprecio está con los 150.000 tipejos que han votado a ETA una vez más. Se trata de una triste cifra que ejemplifica magistralmente lo podrida que está la sociedad vasca tras años de nacionalismo obligatorio, con un 12 % de vascos y vascas, como dice aquel, que no sólo mira hacia otro lado cuando le descerrajan un tiro en la nuca a uno de sus vecinos sino que jalea al que maneja la pistola.
Lo segundo que me parece muy importante es que el PNV haya perdido votos y escaños. La caterva de localistas racistas y filofascistas que en su día creó ese demente llamado Sabino Arana no es un partido político como los demás, es una religión, algo más relacionado con el sentimiento que con la razón: se es del PNV del mismo modo que se es del Athletic, por mala que sea la temporada del equipo o la gestión de los peneuvistas no se dejan ni una cosa ni la otra, así que la pérdida de votos que ha tenido Ibarretxe es realmente significativa.
También importante ha sido la subida del PSE de Patxi López, un ejemplo más de que en los lugares con pocas convicciones democráticas como España o el propio País Vasco la nada con sonrisa puede ser rentable. Sin embargo, lo importante es ver qué hace ahora Patxi con esos 18 flamantes escaños y en mi modesta opinión tiene toda la pinta de que puede hacer el ridículo. Me explico, lo más probable es que corra a abrazarse con Ibarretxe a cambio de ser vicealgo, pero no me extrañaría nada que el émulo del Dr. Spock se limitase a pactar con EA y EB-IU y a solicitar el apoyo de los chicos de las pistolas cuando sea preciso, dejando a López compuesto y sin novio. Si esto ocurre a los flamantes estrategas que han decidido que ETA esté en el Parlamento Vasco se les puede quedar una cara de gilipollas que merecería ser fotografiada.
La otra posibilidad, que en este momento contemplo como algo menos probable, es que Ibarretxe y Zapatero ya tengan todo arreglado, pero el elevado resultado de los etarras creo que puede poner todo el chiringo en solfa ya que Ibarretxe se dará cuenta de que los radicales está muy fuertes y no quiera separarse demasiado de ellos temiendo que en lugar de comérselos él a ellos sea el PNV el devorado.
Por último los resultados del PP me parecen decepcionantes, pero era difícil esperar otra cosa. Con la campaña extraordinariamente agresiva que hay en toda España contra todo lo que huela a popular y la situación en la que trabajan en el País Vasco tan sólo que sigan ahí es realmente meritorio.
En resumen, creo que pocas variaciones habrá en la sociedad vasca tras estas elecciones: Ibarretxe seguirá a lo suyo, López mendigará una poltrona y ETA seguirá sirviéndose de las instituciones y obteniendo dinero de nuestros impuestos. Si éste es el gran cambio que prometía Zapatero…
Pueden encontrar más análisis de interés sobre el tema en:
- El liberal vascongado.
- Letras libres.
- Cocaína intelectual.
- Haciendo amigos.
18 abril, 2005
Un análisis en la distancia de las elecciones vascas
Posted by Unknown at 1:47 a. m. Menéame
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