10 abril, 2005

Universos paralelos: una tienda de cómics

Hasta donde yo sé en NY hay verdadera libertad de horarios comerciales, así que hay muchas cosas permanentemente incitándonos a consumir o permitiéndonos hacerlo, según se mire. Es el curioso caso de las lavanderías, muchas con horario 24 x 7, es decir, todos los días de la semana a todas horas. Sin llegar a ese extremo esa libertad hace posible que nos encontremos una tienda de cómics de considerable tamaño abierta casi a las once de la noche de un viernes, ocasión irresistible para entrar a echar un vistazo.

El ambiente y la decoración no son muy diferentes a los de cualquiera de las buenas tiendas del ramo de Madrid y obviamente podemos encontrar cómics en cantidades ingentes pero hay una sección que me ha resultado sorprendente y divertida: la de las figuritas de personajes de películas, series de televisión, tebeos, etcétera. Si usted desea, por ejemplo, tener el busto en tamaño natural de un feroz orco en el mejor estilo de El señor de los anillos no necesitará sino poco más de 50 dólares para satisfacer su capricho.

Pero no se queda ahí la cosa, prácticamente cualquier serie más o menos juvenil que se les ocurra tiene sus correspondientes estatuillas y no sólo de los protagonistas sino de cualquier personaje con cierta relevancia del reparto: la amiga medio lela de Buffy la cazavampiros, el fumador de “Expediente X”, tipos de “Alias” a los que ni siquiera soy capaz de identificar…

Por supuesto, algo similar ocurre con el cine y no sólo alrededor de la saga de los anillos, incluso de películas de hace más de veinte años como “The wall” de Pink Floyd podemos encontrar figuritas, en este caso había una del profesor al que los niños gritaban “hey, teacher, leave us kids alone!” francamente tentadora.

Y más aún: seres más o menos irreales del mundo de la música como la mascota de Iron Maiden (sí sí, el muñeco semiputrefacto que aparece en la portada de todos sus discos) en una escultura imposible de casi dos palmos de altura; o un impresionante conjunto digno de la mejor tienda de Lladró que representaba a los integrantes de Kiss vestidos y pintados en sus tradicionales uniformes y con cuatro mujeres de la misma guisa y… ¡atadas con correa de perro!

Sin embargo, lo que más me gustó (estuve a punto de llevármelo y no descarto volver a por él) fue, atención, un muñeco de Donald Trump “conmemorativo”, por así decirlo, de su programa de televisión “El aprendiz”, que cuando se le aprieta la espalda suelta en un inglés con perfecto acento neoyorquino: “You’re fired!”. Absolutamente glorioso, ¿no creen?

Me disculparán pero no se aceptan encargos, temo que no sería capaz de satisfacer la demanda.

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