¡Estamos embarazados!

Doña Letizia y SAR el Príncipe de Asturias esperan su primer retoño para el próximo mes de noviembre y supongo que el papanatismo monárquico se ha desatado con furia visigótica, es lo que tiene nuestro querido país (y en general Europa y si me apuran el mundo entero): es ver una cabeza coronada y se nos hace el culo pepsicola, ya sea Juan Carlos I, Bokassa, Hiro Hito o Haile Selassie.

En cualquier caso y más allá del bombardeo rosa que se nos avecina la noticia tiene una evidente importancia política y es que si el retoño tiene una pirindolilla colgando será el segundo clasificado en la línea de sucesión de la corona española y llegará el día en que será nombrado rey, siempre que su abuelo “el republicano” o su papá no la caguen antes, que no las tengo yo todas conmigo...

Seguramente no es el momento de decirlo, pero quizá deberíamos empezar a pensar si el Jefe del Estado debe seguir siendo elegido en virtud de su pertenencia a determinada familia y su posesión de atributos sexuales masculinos. Personalmente empiezo a creer que sería mejor que, como a otros altos cargos políticos, lo elija Polanco directamente, que sabe mucho de eso.

Por cierto, felicidades a la pareja y condolencias a los contribuyentes: otra boca más.