Se va a votar una moción en el Congreso de los Diputados que autoriza y anima al gobierno a dialogar con ETA “si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción” (nótese la ausencia de la palabra tregua).
Personalmente, pienso que lo peor que puede ocurrirle a una política antiterrorista es que sea del agrado de los terroristas, es como si los contrabandistas expresaran su satisfacción por el relajamiento de los controles en las aduanas o como los fichajes del Barça o el Madrid que alegran a sus rivales: muy mala señal. Así que si todo esto tuviese un propósito honrado tras de sí al señor ZP le debería preocupar y mucho lo que va diciendo por ahí Otegui, “frontman” de ETA y amigo epistolar de José Ternera.
Pero no creo que sea así, porque lo desea el gobierno es tener un final de ETA bajo el brazo para presentarse a las próximas elecciones, en las que no habrá ni Prestige ni Guerra de Irak ni, por supuesto, mejoras en la economía o viviendas más baratas. No importan ni como ni a cambio de qué, pues ya se encargarán Polanco y Caffarell de pintarlo color de rosa, lo fundamental es llegar a la cita con las urnas bajo el título de “ZP el pacificador”, aunque sea a costa de una derrota política precisamente cuando más cerca estaba la victoria militar (policial si ustedes quieren).
Yo siempre me he hecho la misma pregunta cuando se hablaba de diálogo o cuando se pedía a gritos patéticos sobre la sangre todavía caliente de Ernest Lluch: ¿sobre qué vamos a dialogar? Con una organización criminal como ETA sólo hay, como con cualquier otro criminal, un tema que negociar: el lugar, la fecha y la hora en la que abandonarán las armas. Todo lo demás es, rendirse y, efectivamente, traicionar a los muertos, como dijo Rajoy, pero también y sobre todo a los vivos.
ACTUALIZACIÓN: A través del siempre interesante blog de Montse Doval encuentro esta carta de una víctima de ETA a Patxi López que expresa con todas las de la ley lo que yo sólo he podido decir tórpemente. Imprescindible lectura.
15 mayo, 2005
Sobre el diálogo
Posted by Unknown at 11:48 p. m. Menéame
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