17 junio, 2005

¿Tregua? Pues no me viene nada…

Ya decíamos ayer, hablando de un tema completamente distinto eso sí, que la realidad es tozuda y casi siempre la muy cabrona (con perdón) se empeña en ser como es y no en ser como nos gustaría que fuese, mire usted por donde. Eso nos lleva en muchas ocasiones a pegarnos de boca contra muros que estamos convencidos de que no existen o a caernos, con todo el equipo, en zanjas que no hemos visto porque pensamos que el camino bajo nuestros pies es liso y fácil.

Ambas cosas le han pasado a nuestro querido gobierno, que estaba convencido de que la realidad del terrorismo etarra era de color de rosa (y esto no es una alusión al matrimonio gay, ojo) y resulta que es más bien rojo, rojo sangre, por supuesto.

Pues eso, mientras a los capitostes de Moncloa y de Ferraz se les ha llenado la boca de treguas tácitas y meses sin asesinatos (falta de muertos que se debe en unos casos a la excelente labor policial, en otros a la impericia de los terroristas y en los últimos a la puritita suerte, como dirían en México) a los capitostes que aparecen encapuchados en el Gara lo único con lo que se les llena la boca es de palabras como “conflicto”, “autodeteminación” y “lucha armada”.

Los asesinos etarras se han asomado a su repugnante balcón periodístico, le han puesto los puntos sobre las íes al gobierno y han asegurado que “mientras continúen cerradas las puertas al reconocimiento de los derechos de Euskal Herria (ETA) seguirá luchando sin cesar…”. No sé a ustedes, lo que es a mí no me suena a tregua, pero por si nos quedan algunas dudas los propios etarras se preocupan de solucionarlas, así, denuncian “el incremento de rumores y filtraciones sin fundamento” sobre el cese de la violencia y las peticiones “unilaterales” de tregua.

Todo esto sería de risa si no fuera tan serio, pero la inocencia (o la indecencia) del gobierno no nos ha salido gratis: ahora ETA está mucho más fuerte y así lo sienten ellos (“Es mucho lo que hemos avanzado”) y lo que es peor, el Pacto Antiterrorista se ha ido al garete gracias, como los mismos etarras reconocen, a las iniciativas parlamentarias del PSOE: “En el Congreso de los Diputados se tocaron campanas de muerte para el Pacto Antiterrorista [...] detrás del fracaso del Pacto está la capacidad de resistir y avanzar demostrada por la izquierda abertzale”.

En resumen, se han lucido ustedes.

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