12 junio, 2005

Vargas Llosa da en el clavo una vez más (y van…)

Como a él mismo le dije un día en la Feria del Libro, temblando de emoción y casi sin que me saliesen las palabras del cuerpo, Mario Vargas Llosa tiene “la culpa” de dos profundos cambios en mi vida: el primero recuperar mi afición a la lectura tras unos años de abandono juvenil, fue con su novela “El hablador”, que no es una de sus mejores obras pero que me enganchó de nuevo a esos raros y apasionantes objetos que son los libros. Luego vinieron otras y, sobre todo, “Conversación en la Catedral”, quizá la mejor novela en español del S XX.

Segundo, gracias a sus memorias “El pez en el agua” conocí eso que se conoce como liberalismo, de una forma superficial si ustedes quieren, pero con una claridad y una lógica que me resultaron apabullantes. Al fin y al cabo, a un lector que siempre lo ha sido de novelas era mucho más fácil pillarle por ahí que por los gruesos volúmenes de los pensadores que todavía forman una laguna en mi bagaje cultural que espero ir desecando poco a poco.

Así las cosas, si hoy me puedo declarar más o menos liberal no se lo debo a la lectura de sesudos autores austriacos (a los que espero no hacer esperar mucho más) sino gracias al andamiaje intelectual que me proporcionó el escritor peruano, endeble si ustedes quieren en lo teórico, pero creo que firmemente anclado a la realidad de las necesidades de los individuos y las sociedades.

Todo esto viene a cuento de que me he enterado vía Hispalibertas de que mi héroe ha recibido un premio en Estados Unidos, el Irving Bristol, que se concede “a las personas que contribuyen a defender la democracia en el mundo”. En la entrega de dicho premio Vargas Llosa volvió a poner los puntos sobre las íes, las jotas y hasta las uves dobles, rescatando en unos pocos párrafos lo fundamental de esa forma de pensar, de ser casi, que por estas latitudes se ha dado en llamar liberalismo.

Es un poco largo para la pantalla del ordenador, pero les aseguro que el pequeño esfuerzo vale la pena. Lectura 100 % indispensable que suscribo al 200 %.

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