20 julio, 2005

Una democracia ejemplar del todo

Allá por el mes de abril del año 2004 y al poco de ser elegido José Luis Rodríguez mantenía una extensísima entrevista con El Mundo en la que prometía algo así como la democracia más chic que uno pueda imaginarse: todo sería muy chípen y muy estúpen, con mucho diálogo y todavía más transparencia.

Hace ya algo más de un año de eso y, por ahora, lo que hemos podido ver no nos habla de una democracia tan ejemplar. Para empezar lo del diálogo no acaba de cuajar: se dialoga poco y sólo con los que van a dar la razón al gobierno, excepto en el caso de ERC en el que el diálogo sirve para que el gobierno le de la razón a los radicales catalanistas.

Luego está lo de la transparencia, promesa que uno entiende que puede tener varios sentidos como, por ejemplo, que la información fluya sin filtrarse por adelantado a ningún medio (ejem) y, sobre todo, que el Parlamento no tenga ningún impedimento para realizar la labor fiscalizadora de la acción del ejecutivo que se le presupone. De esto último ya vimos buenos ejemplos en la comisión del 11M, no soy capaz de recordar el espectacular número de comparecencias pedidas por el PP que el PSOE y sus socios rechazaron, o los documentos que el Gobierno se negó a facilitar o envió con un retraso injustificable.

Y está misma tarde hemos tenido una nueva muestra de en qué consiste el “respeto por el Parlamento” del que tanto presumía Zapatero: el PP ha pedido en la Comisión Permanente del Congreso diversas comparecencias de ministros, todas más que justificadas por noticias de actualidad: la de el Ministro de Interior (este… ¿cómo se llamaba?) por el papel del El Chino; la de la Ministra de Medioambiente para que hable de la sequía y los problemas con el agua tras la gran manifestación en Murcia; y la de la Vicepresidenta para que informase sobre el incendio en Guadalajara. La respuesta: no, no y no.

Pues si esto es ejemplar…

No hay comentarios: