Lo plural y lo singular

A través del Diario de un aspirante a tertuliano me encuentro con un nuevo periódico digital cuyo nombre me ha llamado poderosamente la atención y me parece realmente significativo: El Plural.com. Hasta ahí todo bien, pero no se pierdan la frase que adorna su logo: periódico digital progresista.

Uno piensa en su candidez que un medio que se llama a sí mismo plural debe mantener una línea… plural, valga la redundancia, pero en este caso no, puesto que tras la pluralidad rápidamente hacen fe de progresismo. Por otra parte, si ojeamos su lista de colaboradores tampoco es que veamos un espectro de opiniones muy amplio: Carlos Carnicero (no necesita presentación, creo yo); el Director de los Servicios Informativos de CNN +, Antonio San José; o Jordi García Soler, columnista de Avui y El País, por citar algunos ejemplos.

Ojo, que todo eso está muy bien, que como liberal que quiero ser pienso que unos señores pueden hacer con su dinero un periódico de la línea que les plazca, ya sea progresista, conservador o partidario de la legalización del Cannabis, lo que me llama la atención que se haga un medio de clara tendencia partidista y se le llame El Plural. Por otra parte, como periodista no puedo sino alegrarme de que aparezcan nuevos medios sean como sean.

Pero les cuento todo esto porque me parece particularmente sintomático de cómo funcionan los mecanismos mentales de la mayor parte de nuestra izquierda, tanto política como mediática: piensan que ellos son plurales en sí mismos, unos y trinos como Dios y sus tres formas, vaya, conforman medios de diversas tendencias con su mera presencia. Mientras, los demás, que mala suerte, sólo somos atajos de fascistas singulares, sin nada de pluralidad.

Porque ser plural, en definitiva, no debe ser otra cosa que darles la razón un numero plural de veces (y tendente al infinito) a los que mandan, que también son muy plurales y dialogantes los “jodíos”.