Siempre nos quedará Simancas

Los liberales y otras gentes de bien de la Comunidad de Madrid (e incluso aquellos de otras regiones, nacionalidades históricas, naciones o cantones que se asomen a la actualidad de nuestra pequeña y central provincia) no pueden sino agradecer a los capitostes del socialismo que mantengan en su puesto a un hombre de la capacidad política, la valía y el saber estar de Rafael Simancas, también conocido como “el especulador de la pley”, pues tuvo que faltar a su palabra y vender un chalet para poder repararle a su hijo el aparatejo marca Sony.

Y es que cada vez que uno duda un poco de sus propias convicciones, cada vez que te da por pensar si habrá algo de decencia más allá del las calles Ferraz y Gobelas, si en un momento determinado uno baja las defensas y se le ocurre imaginar en la posibilidad de que un político socialista pueda tener algo más que ambición y amigos… ahí surge Simancas para desengañarnos y recordarnos de qué partido es dirigente destacado Ruth Portas; que candidato prometió desentrañar la trama que iba de Tamayo al PP a través de unos ladrillos y unos cheques; y, finalmente, quién está dispuesto a decir una cosa y su contraria en el plazo más breve que la actualidad política se capaz de proporcionarnos.

Así, antes del verano el Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid votaba junto al PP e IU a favor de que La Otra, el ya famoso segundo canal de Telemadrid, se emitiese en analógico. Ahora se lo ha pensado mejor y asegura que Esperanza Aguirre está lanzando un órdago al estado de derecho peor que todos los de Ibarretxe.

¿Quiere usted una “izquierda sin” (sin complejos, sin vergüenza, sin escrúpulos, sin decencia y sin ningún apego por la verdad)? No lo dude: Simancas es su hombre.