Si uno crea una bitácora de carácter político es obvio que una de sus intenciones es hacer política, ahora, el propio formato de un blog y las costumbres de Internet parece que sean proclives a otra forma de batalla política un poco más ajustada a lo que se supone que debería ser norma habitual: razonando, intentando convencer, aportando datos cuando es posible y, sobre todo, tratando al adversario como tal y no como a un enemigo.
Ayer hablábamos aquí de un episodio francamente lamentable que ha supuesto una pequeña conmoción en la blogocosa hispana, pequeña porque por mucho que todos parezcamos creernos lo contrario seguimos siendo cuatro gatos a los que leen ocho o, todo lo más dieciocho, el mundo no gira alrededor de las peripecias de las Redes Progresista y Liberal, aunque en nuestra inmodestia parece que a veces pensemos eso.
Pero a ese episodio lamentable le ha seguido otro que creo que quizá no sea tan grave, pero que es mucho más significativo: la catarata de insultos que algunos bloggers de la Red atacada han vertido de forma totalmente injustificada sobre Red Liberal. ¿La excusa? El uso de nuestro logo que hizo el imbécil responsable del ataque.
Sacar conclusiones de algo tan nimio (el logo de Red Liberal preside la página y es tan sencillo hacerse con él como hacer clic con el botón derecho del ratón) es tan estúpido que me hace pensar más en verdadera mala intención que otra cosa, solo desde la peor de las bilis se puede escribir cosas como este párrafo:
"Algún miembro o simpatizante de esta corriente de “pensamiento” ha hecho lo que mejor saben hacer, coartar la libertad de expresión de los que no piensan como ellos. Y es que, aunque pretendan esconderse con denominaciones equívocas o eufemísticas, todos sabemos de la pata que cojean la mayoría de los “liberales” de nuestro país: herederos de la mejor tradición nazi o fascista, simpatizantes del franquismo, usuarios de las tácticas goebbelianas de propaganda, fundamentalistas católicos…"Vemos una forma de actuar que desgraciadamente es habitual en la política real de los partidos, pero que no debería tener un lugar en Internet: acusar sin datos, insultar sin razones, no guardar las más mínimas normas de respeto. Quien tal hace se descalifica a sí mismo, pero creo que es oportuno que todo el mundo sepa que mientras unos hemos condenado claramente lo que nos parece un lamentable ataque a la libertad de expresión otros han aprovechado que el Pisuerga pasaba por donde a ellos les salía de los cojones para dar una buena muestra de lo que son.
No voy a poner más enlaces a los vómitos de algunos miembros de la Red atacada, justo es decir que no todos, y de los que, eso sí, otros se han hecho orgulloso eco. También ha habido personajes muy significativos de la Red Progresista que exculpan a la Red Liberal pero aprovechan para echar la puyita contra el liberalismo, como si tuviera algo que ver.
Una lástima que se reproduzcan en Internet los peores comportamientos de la política de partidos, como si aquí estuviésemos luchando por un escaño o una concejalía.
Triste y patético.
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