02 noviembre, 2005

Elionor y los maleducados

Me ha pillado el feliz alumbramiento monárquico en unos días de asueto y obligaciones varias en mi querido Benivente, del que ya habrán oído hablar por aquí. Supongo que aquellos que hayan leído alguno de mis anteriores artículos sobre esta noble villa recordarán (y si no se lo recuerdo yo ahora) que está ubicada en la provincia de Alicante, es decir, en el límite sur de los Països Catalans (nótese el matiz irónico).

Viene esto a colación de que, estando allí, una de las fuentes por las que me he nutrido informativamente sobre el parto real ha sido el canal televisivo autonómico valenciano, conocido como Canal 9 y cuyas emisiones son, en gran parte, en el segundo idioma oficial de dicha comunidad, sobre cuyo nombre no vale la pena entrar en polémicas ahora.

El caso es que en los periodistas de los informativos de la televisión valenciana no dejaban de hablar de una tal Elionor, que no sé muy bien quien coño es, con perdón, pero que parece ser que es la traducción al valenciano (y al catalán) del nombre de la infanta.

También durante este fin de semana tan monárquico hemos oído al presidente de Cataluña felicitar a los padres de esa desconocida Elionor, porque como bien deberían saber tanto un hombre de la preparación y la presunta cultura del Molt Honorable como los periodistas de ese y otros canales autonómicos, los nombres propios o los apellidos no se traducen cuando se pasan de un idioma a otro, caso contrario hablaríamos de un músico inglés llamado Miguel Campoviejo, el anterior Presidente de la Generalidad sería Jorge Pujol (pronúnciese el apellido como se escribe en lugar de Puyol) y el Presidente de los Estados Unidos sería nada más y nada menos que Jorge Arbusto.

Por supuesto, a cualquiera que oyésemos decir esas tonterías le tacharíamos de inculto y, dicho sea con todas las letras, nos descojonaríamos en su cara, con perdón. Sin embargo, cuando se hace desde cualquiera de las lenguas co-oficiales de España está muy bien, queda muy guay y nadie dice nada.

Pues son ustedes unos paletos, señores periodistas de Canal 9, señor Maragall, y como no es posible que sean tan paletos tendré que concluir que no son otra cosa que unos maleducados, que es por cierto lo menos fuerte que ustedes dirían de mí si me pasase el día hablando de Jorge Pujol, por supuesto pronunciando el apellido como se escribe.

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