11 diciembre, 2005

Pasos hacia la paz

Publica hoy El Mundo una información según la cual los empresarios vascos siguen pagando a la mafia etarra el llamado “impuesto revolucionario”, aunque creo que “extorsión nacionalista” sería un término mucho más adecuado. Parece ser que algunos de los afectados han pactado con los encapuchados de ultraizquierda un método de pago en cómodos plazos que acabarían en el 2008.

Es obvio, por tanto, que pese al voluntarismo de nuestros gobernantes los asesinos de ETA no se limitan a poner petarditos en las cunetas para que agradezcamos mucho más la “inminente” tregua, sino que mantienen su estrategia de terror y extorsión y, sobre todo, continúan financiándose, supongo que no con la intención de construir ikastolas en países del tercer mundo.

Por otra parte, esta misma semana nos contaba Otegui que los terroristas de Batasuna llevan años teniendo contactos habituales con el Partido Socialista de Euskadi. No soy yo quien va a dar a una escoria moral y humana como el dirigente batasuno marchamo de credibilidad, pero ni desde el PSOE en Madrid ni desde su sucursal en el País Vasco hemos oído un desmentido serio de unas acusaciones que, de ser ciertas, significarían que el PSOE estuvo incumpliendo sistemáticamente el Pacto Antiterrorista del que tanto se vanagloriaba Zapatero (y que tan poco le duró una vez en el poder).

Quizá todo esto sean pasos hacia la paz, pero a mi me parece que estamos dando un rodeo demasiado largo, y lo que es peor: justo cuando ya estábamos a punto de llegar.

No hay comentarios: