20 diciembre, 2005

Patxi, despierta

La verdad es que los que nos dedicamos a esto de comentar la política con cierta frecuencia tenemos mucho que agradecerle a Patxi, no hay nada como tener a mano un personaje como él, tan fácil, tan predispuesto, siempre a punto para que le metas un palo (dialéctico, se entiende), continuamente de metida de pata en metida de pata, de indignidad en indignidad y le echo la culpa al PP porque me toca.

Y es que muchos días cuando uno no sabe de qué hacer el puto folio, como decía Gistau, ahí está Patxi, pantalones al tobillo frente a Ibarretxe y el nacionalismo todo, dispuesto a ser un perfecto objetivo del más lacerante y justificado escarnio, en definitiva, un joyita para escribir sobre él.

La última de Patxi, aunque su trayectoria vital es tan brillante que cada vez resulta más complicado destacar una única cosa, es el apoyo que su partido le va a dar a los presupuestos del PNV. Al final ha rectificado y no apoyará que se subvencione con el dinero de todos a los familiares de los etarras que se quieran ir de excursión, pero aun así nos llama poderosamente la atención los términos del acuerdo al que ambas formaciones han llegado.

Y es que, al menos por lo que se ha podido saber hasta ahora, Patxi presta su apoyo al Gobierno del Ibarretxe a cambio de… nada, con una generosidad que sería más propia de causas más elevadas, una entrega que recuerda la pasión amorosa más desinteresada (o la relación de una prostituta con su chulo, perdonen la crudeza de la expresión), una altura de miras tan alta que los demás no alcanzamos a vislumbrarla, sin pedir ninguna contraprestación, porque hoy es hoy. No piensa en sí mismo o su vicepuesto de algo, ni en su partido, ni en sus militantes perseguidos y asesinados por los amigos del PNV de la "quedada" en Estella; no piensa, cabría decir, solamente se entrega cual doncella enamorada y es que el amor además de ciego es a veces tonto.

Del otro lado Ibarretxe debe estar, como se dice popularmente, “flipando en colores”: nunca habrá tenido un socio tan sacrificado, tan entregado y que tan poco demandase a cambio de darse incondicionalmente, jamás se vio tanta sumisión por los parlamentos de España y del orbe todo.

Es posible, incluso probable, que haya mucho debajo de las alfombras que no nos cuenten y que explique tamaño despropósito pero, Patxi, ¿no te das cuenta del papelón que te están haciendo hacer? ¿Es que no tienes un puntito de dignidad? Ya que no dignidad, ¿es que no te das cuenta de que después de esto ya no vales ni valdrás para nada?

Mientras tanto, gracias por darnos tanto material.

No hay comentarios: