01 diciembre, 2005

Vidal-Quadras tira con bala

Mucho se habla en los cenáculos de la derechona cavernaria (¿cavernáculos?) de la estrategia poco convincente que está desarrollando el Partido Popular de Cataluña. Si ya era un tema controvertido (y es normal: con la que está cayendo el PPC debería mejorar mucho más sus expectativas y parece más bien atascado) todavía lo ha sido más desde el momento en el que se anunció que los chicos de Piqué iban a votar a favor del despropósito que el “tripartido” quiere colar como Ley Audiovisual, un anuncio desde el que se han replegado a un tibio no sabemos, no contestamos que ya veremos donde acaba.

Por si esto fuera poco, la posible irrupción de un par de partidos más en el panorama electoral catalán, de la que hablábamos hace poco por aquí, hace que los oscuros nubarrones en el futuro del PPC se vuelvan negros, bragados, meanos e incluso astifinos.

En todas las crisis del PPC aparece antes o después la figura de Vidal-Quadras, el que fuera máximo responsable del partido en sus mejores tiempos (mejores al menos por lo que a votantes y representación parlamentaria se refiere) es siempre una sombra detrás de Piqué, cuyo estilo y estrategia son muy diferentes.

Así las cosas, lo que no me esperaba yo es que fuese el propio europarlamentario popular el que entrase a degüello en la cuestión, no porque no sea probablemente la voz más autorizada del PP para hacerlo, sino porque no es práctica habitual en los partidos españoles la crítica al correligionario, y menos común es, todavía, que esta sea razonada y certera.

Ayer Vidal-Quadras publicó un durísimo artículo en su blog en Periodista Digital, más duro todavía por el tono moderado del que hace gala y por lo implacablemente razonada que es la exposición, pero que incluye perlas como esta:

Ahora la plataforma Ciutadans de Catalunya, que animan Albert Boadella, Arcadi Espada, Francesc de Carreras y Xavier Pericay, entre otros, ha anunciado que su firme intención de convertirse en partido político para presentarse a las próximas elecciones autonómicas deriva de su constatación de que no existe en estos momentos en Cataluña ninguna opción electoral que combata de verdad al nacionalismo.

Lamentablemente, tienen razón. Por ello, es urgente que el PP catalán cambie de rumbo y le dé a su discurso vacilante una buena dosis de profundidad, dureza y rigor.
Los últimos párrafos son todavía más demoledores, yo en su lugar no me lo perdería.

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

Vidal-Cuadras puede que no se entendiera bien con los nacionalistas...pero sus compañeros de partido se entendían con nacionalistas, socialistas y con quien diera lugar...por la pela y los cargos...

ELECCIONES 2008

Los Fernández Díaz

El PP en Barcelona



Rafael del Barco Carreras



En equipo con Joseph Piqué Camps, hombre políticamente creado por Pujol, y colaborador (empleado) de Javier de la Rosa. Con esos antecedentes cualquier equipo político debiera desaparecer y dedicarse a anexas empresas, o en las de Lara de Planeta, otra estrella. En Madrid, Jorge Fernández Díaz, en Barcelona Alberto Fernández Díaz, y con Enrique Lacalle Coll, financiado por De la Rosa, quizá por conocer con exactitud por sus cargos en el Ayuntamiento y Consorcio de la Zona Franca el destino, forma y maneras, del Gran Desfalco. No en vano se sentaba en las mismas asambleas que los otros financiados, los socialistas de Serra y Maragall.

Me equivoqué al escribir sobre el mayor, Jorge. Yo le tenía por abogado, él ni lo recordará, cuando visitaba el locutorio de “jueces y abogados” por los 80 en La Modelo, por el caso Seguros Sociales, y resulta que es ingeniero, y era, inspector del Ministerio de Trabajo. ¿Qué hacía allí un Inspector de Trabajo presentado como abogado en un caso donde con absoluta seguridad habían inspectores de Trabajo involucrados?. Un caso que de darle la publicidad que merece entra de lleno en la Gran Corrupción, www.lagrancorrupcion.com. Cien importantes empresarios involucrados, cuarenta detenidos, todos en libertad con fianza a los máximo cuatro meses, y Juan Piqué Vidal, defensor de la mayoría, y de uno o dos, Pascual Estevill, unos detenidos y otros, curiosamente, no, y juzgados diez años después sin ingresos en prisión. Liquidaciones falsas, no ingresadas, con sellos y registro. Cobraban en efectivo el 10 % de la deuda, y liquidada. Nunca jamás se detuvo en Barcelona a tanto empresario, ni con los cientos involucrados en algo parecido, las liquidaciones por IVA, también en manos de Piqué Vidal y Pascual Estevill (una de las operaciones de sus extorsiones). Lo viví, y lo cuenta Antoni Piñol, secretario de Juan Piqué Vidal (que entró en la Fiscalía a denunciar a su Jefe y salió como denunciado), en su escaso libro “La toga manchada de Piqué Vidal”, Ediciones de la Tempestad, 1998, con Vicens Cardellach Marsá y su gestoría, presidente casi vitalicio del Colegio de Graduados Sociales. ¡Otra víctima, Antoni Piñol!.