01 septiembre, 2007

¿Más vale tarde que nunca?

Vuelvo de mis vacaciones y tengo algo más de tiempo para trastear por la blogocosa (una buena costumbre que lamentablemente casi he perdido) y me encuentro con la sorpresa de que hace mes y medio fui invitado a un meme y ni tan siquiera me di cuenta (sniff).

Así que vayan por delante mis excusas de mal pagador al exiliado Luis y voy a proceder a un resumen breve para tratar de saldar mi falta de cortesía y porque, al fin y al cabo, con esto sacamos un articulillo para este blog, tan necesitado de un ritmo un poco más constante de actualización.

La cosa consistía en confesar ocho cosas inconfesables (sí, ya sé que es un planteamiento un poco paradójico) pero me temo que en este como en la mayoría de los casos se van a quedar ustedes con las ganas de conocer las auténticas, pavorosas y escabrosas profundidades de mi ser y se tendrán que confesar con mis pecadillos de esteta:

1. Soy un fan incondicional del Equipo A: no me canso de ver las reposiciones e incluso (regalo malévolo de unos presuntos amigos) tengo la primera temporada en DVD.

2. Me encantan las películas de los hermanos Ozores y creo que Antonio es uno de los más grandes cómicos que hemos tenido la suerte de disfrutar.

3. Lloro con las películas (pero sólo con las buenas), y cada vez más según me voy haciendo mayor. Con algunas como “Matar a un ruiseñor” se me pone la lágrima ya en los títulos de crédito.

4. No he leído ni “La acción humana” ni “La riqueza de las naciones” y aún así tengo el descaro de llamarme y considerarme liberal. Es más, por ahora no están en mi abultada lista de espera de libros: soy más novelero que otra cosa y mi cultura literaria está hecha, sobre todo, de obras de ficción (entre las que tampoco están las de Ayn Rand, no tengo perdón de Von Mises).

5. Me he dejado libros a medias, algunos tan famosos como el puto viejo del puto mar del pesado de Hemingway, que me resultó uno de los peores tostones que en el mundo han sido y cuyo prestigio soy incapaz de comprender. Otro muy conocido que me resultó infumable es “Muerte en Venecia”, pero ese sí lo terminé, creo.

6. En momentos de inconsciencia y empujado por la esta sociedad consumista he llegado a descargar de Internet películas y música, pero ya estoy en tratamiento para dejar tan nefando vicio.

7. Odio a los niños gritones y maleducados hasta el punto de admirar a Herodes; ahora que soy padre los sigo odiando igual, pero expreso mi opinión al respecto con un poco menos de vehemencia.

8. No puedo evitar mirar, a veces insistentemente, a las mujeres guapas por la calle.
Con esto creo que ya tienen ustedes un panorama suficiente sobre alguno de los aspectos más “mejorables” de mi personalidad. Y como el tema está ya más pasado que el chotis no voy a someter a nadie a la tortura de tener que “desnudarse” ante la blogocosa. Por cierto, ¿cómo se empieza un meme de estos porque igual algún día pongo yo uno en marcha?

PD.: Mis más sinceras disculpas a Luis Gómez por lo que debe haber parecido un desprecio y no era sino un despiste. ¡Un abrazo amigo!

2 comentarios:

Luis I. Gómez dijo...

Disculpas aceptadas :P

De todos modos, esto de los memes es ... bueno, ya sabes ;)

Un abrazo, Don Carmelo!

Borja Ventura dijo...

Cielos... la cantidad de cosas inconfesables que has dejado por confesar...

Como que te mola Locomía y que, en el fondo, Boris Izaguirre te parece de lo más cumbre.

Juju