Esta claro, y hay cierta lógica en ello, que el PP ha decidido que su único/principal argumento durante esta legislatura va a ser la economía. A estas alturas supongo que ya sabrán (doctores tiene la FAES) el tamaño descomunal que va adquirir y el tremendo coste social que va a suponer, lo que parecen razones sobradas para apuntar con toda la artillería a un ámbito en el que el gobierno se encuentra atrapado a mitad de camino entre su propia demagogia y la escasez real de posibilidades de actuar con la que se encuentra.
Pero los dirigentes del PSOE, que pueden ser malos pero tienen poco de tontos, han empezando el curso político capeando de mala manera el temporal económico pero contratacando fieramente en ámbitos más políticos: así eutanasia, aborto y guerra civil vuelven al primer plano y, combinados con alguna que otra medida demagógica al estilo de los 400 euros que quizá se anuncie mañana, pueden ser munición suficiente para que ZP pase el otoño más o menos tranquilo, sobre todo si consigue aprobar los Presupuestos.
Se lamenta el PP de que todos estos asuntos son cortinas de humo para desviar la atención de la crisis y puede que tenga razón, pero eso no significa que se puedan orillar completamente y, por mucho que Rajoy, Cospedal y Soraya se pongan de perfil, vamos, van, a tener que hablar de aborto, de eutanasia y de todo aquello que se vaya inventando el PSOE para llamarles facha, carca y derecha extrema.
Y es que, por mucho que los panegiristas de guardia consideren que ya es imposible llamar a Rajoy radical, los insultos y las descalificaciones no dependen de la naturaleza del insultado sino de la imaginación del insultador; puede que el Rajoy de esta legislatura sea (todavía) más moderado que el de la anterior, de hecho ya casi podemos decir que más que moderado es tierno, pero hace unos meses tampoco era precisamente el ala radical de la vieja AP de Fraga (sí, ese que ahora es centrista y de Obama) y eso le daba igual a los del PSOE y a la prensa afecta al régimen.
En resumen, que por mucho que el PP adopte a Don Tancredo como ideólogo de cabecera eso no va a servir para tomar y mantener la iniciativa política ni, me temo, para que las encuestas sean más gratas. Pero ¿qué pueden hacer sin que les llamen fachorros y todas esas otras cosas que tan mal quedan en el club social? La cosa es a la vez sencilla y difícil: argumentar, luchar la batalla de las ideas y las razones, formular y defender sus propias propuestas sin miedo a que los de siempre digan lo de siempre.
Pero para eso, ay, haría falta tener ideas y coraje, y me da a mi que buscando por el centro poco vamos a encontrar de lo uno y de lo otro.
09 septiembre, 2008
¿Qué hacer con las cortinas de humo?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Lo que no pueden hacer es quedarse parados mientras el Gobierno arremete contra ellos a placer.
Deben de posicionarse ideológicamente antes de perder el vínculo con sus electores.
Tarde o temprano el PSOE caerá, pero si los de Génova no hacen méritos para estar en el poder, la imágen de tecnócrata y buen gestor probablemente no sea suficiente...
No sé si no me ha entendido: el PP no puede tener ninguna ideología ni "dar la batalla" en ese campo. Y no sólo porque el liberalismo que algunos cándidos le suponían, tras ser debidamente irradiados desde COPE, no le es propio ni nunca lo ha sido sino porque, al contrario, dentro del PP hay desde fascistas nacionalcatólicos a socialdemócratas rebotados. Es decir: ¿cómo va el PP a "dar la batalla de las ideas" si plantear semejante cosa sería hacerse la guerra a sí mismo?
No, no. El PP calladito y a esperar que la gente le vea como una forma de remontar económicamente. Y con ello no digo que la crisis le favorezca al PP (eso es falso: favorece a la demagogia izquierdista, y si no al tiempo) sino que llegado el momento la gente puede hartarse de las promesas de ZP. Cosas que pasan. Pero de la "cruzada contra los sociatas" y "todos contra ZP" hay que olvidarse: los "sociatas" son más. La "gran izquierda" gana a la "gran derecha": quien lo dude que repase los últimos resultados electorales.
Y lo de que "el PP pierda contacto con sus electores" debe ser una broma. No, hombre: al PP le basta con no tener una opinión demasiado formada acerca de otra cosa que no sea el "que se quede todo como está" o el "este debate no era necesario". El votante medio del PP es de una fidelidad militar, el único problema que tiene Rajoy es el de no ofender a los capillitas y de tratar de camelar a los socialdemócratas. En puridad tal tarea es imposible pero el margen que la política deja a la mentira y la sugerencia velada son útiles. La cosa es estar calladito, que esto es un partido de fútbol y nadie quiere hacer penalty en el segundo tiempo.
Publicar un comentario