Comienzan a conocerse resultados más o menos oficiales de las elecciones en Irak, celebradas el sábado en una situación de calma impresionante por todo el país (no hubo ni un sólo atentado durante el día electoral) y que, por tanto, han pasado bastante desapercibidas para la mayoría de los medios españoles; sí, esos que han ido contándonos como Irak se hundía en la anarquía y el caos y que dieron por iniciada la guerra civil en un buen puñado de ocasiones.
El caso es que esos primeros resultados, una victoria clara del primer ministro y sus aliados moderados, hablan de un escenario político que está muy lejos del nido de radicales liberticidas que nos habían querido vender, y que demuestran en buena parte que la "gloriosa insurgencia del resistente pueblo iraquí" no era otra cosa que una impresionante campaña terrorista orquestada desde el exterior del país y, en buena medida, desarrollada por extranjeros.
Ya sé que no todos eran extranjeros pero miren que bonitos métodos de reclutamiento de los nacionales tenían.
Hace menos de seis años que Estados Unidos y una coalición de varios países de occidente invadieron Irak y derrocaron a Sadam Hussein, uno de los peores tiranos y asesinos del mundo. Más allá de si todas las razones de la invasión fueron acertadas o si se debería haber sido más sincero en ciertas explicaciones; más allá de que la primera fase de la posguerra fuese gestionada de una forma evidentemente mejorable, la realidad es que en un plazo que no me parece tan largo se ha forjado lo que parece el embrión de una democracia que podría llegar a ser sólida, y se ha hecho en una país con nula tradición democrática, que venía de una dictadura atroz y que ha sido sometido a un ataque terrorista de primera magnitud.
Sí, soy consciente de que el precio que se ha pagado en sangre es muy alto, como también lo soy de que la mayor parte de ella ha sido derramada por terroristas que se han cebado con los inocentes y como no lo soy menos de que, de haber seguido el tirano Sadam en el poder, eso no sólo habría costado también muchas vidas sino que habría supuesto seguir viviendo en el horror de la peor de las dictaduras a millones de personas.
Quizá va siendo hora de que aceptemos que, al fin y al cabo, la guerra en Irak no ha sido un error tan espantoso como se nos quiere hacer creer y que, gracias a ella, hoy muchos son más libres y, por supuesto, quieren seguir siéndolo.
05 febrero, 2009
Pero... ¿no era Irak un nido de radicales en guerra civil?
Posted by Unknown at 7:59 p. m. Menéame
Labels: EE.UU., exteriores, terrorismo
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4 comentarios:
Carmelo, no te enteras. Es decir, no te enteras de lo que ya se han enterado los progres.
Te contesto. No, para los progres no es un nido de radicales. Sin ir más lejos, el Periódico de Todos los Bares de Catalunya hablaba de las elecciones de Irak como una especie de triunfo del pueblo contra los yanquis. Algo así como llegar a la paz como protesta por la invasión americana.
Es increíble, pero la gente tragará. Ahora toca reescribir la historia y convertir esa guerra en un éxito de la izquierda por la vía de Obama y el cambio.
Buff Carmelo, te has metido en un berenjenal de los buenos.
La moda es que la guerra de Irak es mala malísima y los iraquíes vivían super-chupi-guay con el sangriento dictador, que durante 10 años tras la primera guerra se pasó por el arco del triunfo las resoluciones y embargos internacionales, porque como es lógico le importaba una higa su propio pueblo (por eso no sirvió de nada, claro). Y esa moda no va a cambiar así como así... todos los corderitos progres continuarán balando la misma cantinela marcada por los lobos en el poder disfrazados de progres.
Nunca la izquierda estará de acuerdo con que una dictadura de izquierdas o simplemente antiamericana pueda derrocarse, porque dictadura "de izquierdas" es buena y dictadura "de derechas" es mala. Es el problema que tiene ponerle apellidos a la ignominia.
Es evidente que el discurso políticamente correcto del rojerío patrio es que o Irak ya no existe porque no les interesa que exista, o que el país va camino de convertirse en algo muy parecido a una democracia "moderna".... A PESAR DE LOS JODIDOS YANKEES.
Pues es una lástima que los "jodidos yankees" no hayan hecho hace tiempo algo parecido en Cuba.
Lo ideal ahora sería aplicar en Afganistán la misma receta que ha funcionado en Irak: aumento de tropas. Por desgracia, la inoportuna crisis económica y la llegada de Obama a la Casa Blanca lo ponen difícil, pero me parece a mí que un sobreesfuerzo limitado en el tiempo es preferible a una guerra muy prolongada. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que en Irak había al menos una estructura estatal y en cambio Afganistán es un país por construir, un país bastante más salvaje que Irak.
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