21 febrero, 2005

¿Ha perdido el PP el referéndum?

En una noche electoral normal hay uno o varios que ganan, básicamente los que mandarán luego, y otros muchos que pierden, que son, para que nos entendamos, los que no rascarán bola en el futuro cercano. Estas verdades del barquero pueden verse alteradas por las expectativas previas, es decir, si uno esperaba ganar con un 50 % de los votos y se queda en el 40 llega a sentirse derrotado, y si al revés uno esperaba sacar un 10 y alcanza el 20 lo considera una gran victoria.

En un referéndum como el que hemos vivido la cosa es más complicada, sobre todo cuando la mayor parte de los partidos importantes pedían lo mismo, que es lo que ha salido al final. Además, una variable como el grado de participación que habría permitido juzgar de un modo bastante objetivo al gobierno convocante se ha quedado en lo que podríamos denominar terreno de nadie, ni se puede hablar de éxito ni de fracaso al respecto.

En estas condiciones se ha de entrar en un nivel más fino de análisis para discernir si hay vencedores o vencidos, si algún partido puede apropiarse del resultado en beneficio propio y si hay otros a los que la nueva situación política (cada vez que hay una votación estamos ante una situación política novedosa, aunque se parezca muchísimo a la anterior) ha dejado peor colocados de lo que estaban.

Como decíamos ayer, en este caso el Partido Socialista está intentando capitalizar la victoria del SI y, sobre todo, tratando de que el PP sea el gran perdedor de una convocatoria en la que, paradójicamente, pedía a los ciudadanos que votasen por una opción que ha obtenido más del 70 % de los votos emitidos. El esfuerzo del PSOE al respecto está resultando tan previsible como grosero, pero como ya apuntábamos cuentan con los suficientes apoyos en los medios como para transmitir esa impresión a la sociedad y, por otra parte, la mera exhibición de la felicidad de los miembros del gobierno puede hacer que muchos militantes, simpatizantes y votantes del PP anden “con la mosca detrás de la oreja”.

Cabe preguntarse, por tanto, si los populares han perdido el referéndum y si su estrategia política ha sido la apropiada de cara a esta cita. A la primera cuestión la respuesta es clara y rotunda: no; y pretender hacernos creer lo contrario es intentar que comulguemos no ya con las ruedas, sino con los molinos enteros: el PP ha hecho campaña por el SI y el SI ha ganado, no hay que darle más vueltas.

La segunda pregunta tiene más miga, porque más allá de que efectivamente no tenga sentido hablar de vencedores y vencidos sí que puede que hablemos de utilización de los resultados por parte del gobierno, así que quizá el PP debería haber previsto esto y haber actuado en consecuencia.

¿Pero en qué otro sentido podría haber actuado el PP? Difícil decirlo. Hace unos meses pensaba lo contrario, pero con la perspectiva actual creo que a los populares les quedaba muy poco margen de maniobra y, dentro de ese estrecho pasillo, se han movido todo lo bien que han podido. En primer lugar porque si habiendo apoyado el SI todavía tienen que lidiar con los ataques de siempre alrededor de “la derechona fascista” imaginen lo que podría haber sido que se alineasen con el NO. Además, al fin y al cabo la mayor parte de la Constitución se ha redactado mientras José María Aznar era Presidente, así que al PP podría haberle resultado complicado explicar por qué el texto del que son tan o más responsables que el PSOE ahora no valía.

Con una participación más bien floja y el PP pidiendo el SI los intentos de ZP y sus esbirros por desgastar a los populares no podrán ser demasiado exitosos y, por el contrario, Rajoy ha vuelto a dar la imagen de hombre de estado responsable que es su mayor capital político hoy por hoy y, frente a las veleidades de otros, cada día más.

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