23 agosto, 2005

Odón, a lo Gandhi

El señor Alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, ha dado sobradas muestras de maldad, oportunismo y cobardía durante su carrera política (que con un poco de perversidad algunos no dudarían en calificar de carrerón, en el peor sentido del término), pero de un tiempo a esta parte estoy empezando a pensar que lo que le falta no son dignidad, convicciones o arrestos, sino simplemente inteligencia.

Digo esto por las brillantes declaraciones que ha realizado hoy a Radio Euskadi en las que recomendaba a los muchachotes de Batasuna que se manifestasen “a lo Gandhi”. Vamos, me estoy imaginando a los “jarraitxus” y a Otegui por la Gran Vía vestiditos con los ropajes blancos que semitapaban a Mahatma y es que me descojono de la risa.

Porque supongo que el señor Elorza se referirá a eso, ya que no puedo encontrar más paralelismos posibles en el tema. Por ejemplo, las marchas y manifestaciones que el líder indio convocaba solían acabar con sus seguidores concienzudamente molidos a palos por la policía colonial británica, si es a eso a lo que se refiere he de admitir que no me parece tan mal que le midan las costillas a algunos salvajes de los que se dedican a quemar autobuses públicos y tal, pero no sé por qué dudo mucho que los esbirros de los terroristas estén entusiasmados por la perspectiva y tampoco estoy convencido del todo de que Elorza, siempre corriendo en socorro del más fuerte, se refiera a algo así.

Otra cosa que no me cabe en la cabeza, aunque con Odón nunca se sabe, es que quiera hacer un paralelismo entre la situación colonial de la India y el actual País Vasco. En cualquier caso, si utilizara la materia gris que debe haber bajo su espléndida calva se daría cuenta de que con declaraciones así le hace el juego a los que van de Gandhi (con la pistola en la mano, eso sí, un extraño tipo de “Mahatmas”) por la política vasca.

Claro, que si lo que el señor alcalde quiere decir es que todo quedaría más bonito si a los salvajes no les da por destrozar nada algo de razón tiene, aunque quizá alguien con su responsabilidad institucional lo que debería hacer es, en primer lugar, señalar que es intolerable que un partido político prohibido por ser parte de una organización terrorista vaya por ahí convocando manifestaciones y, en segundo, reclamar a las autoridades responsables que mantengan el orden, impidan el vandalismo y, caso de producirse éste, detengan a los responsables.

Pero a Odón eso del orden y la defensa de los bienes públicos y la propiedad privada debe sonarle un poco fascista, así que prefiere hablar de Gandhi y mantenerse equidistante de los dos extremos: el de los que matan y el de los que mueren o, mejor dicho, el de los que asesinan y el de los que son asesinados. Al fin y al cabo esa posición le da votos, cierta respetabilidad (o eso cree él) y encima no se juega el tipo lo más mínimo, porque otra cosa no, pero cómodo es muy cómodo el muchacho.

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