Hablando de dimisiones…

La desfachatez de nuestros políticos de izquierdas no deja de sorprenderme. Entendamonos, hace mucho que espero poco de la decencia del partido de los 100 años (y ni un minuto más) de honradez, pero por lo menos esperaba que fuesen un poco más decorosos en el ejercicio de la función pública tal y como ellos la entienden, es decir, como quien gestiona el cortijo de papá.

El caso es que todavía no nos hemos repuesto de las risas que nos provocó el que iba a perseguir a los especuladores y luego se sacó un pastón especulando con el chalé (al que por cierto, no le he oído decir nada al respecto) y ya tenemos aquí el misterioso caso de la dimisionaria ascendida.

Y es que la Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla La Mancha ha pasado a ser “Directora General de Relaciones Institucionales” de una empresa pública dedicada a la comercialización de uranio para centrales nucleares. A muchos les ha llamado la atención que entre a trabajar en este tipo de empresa relacionada con la energía nuclear, yo en cambio considero que es un paso congruente con cómo gestionaba la señora el medio ambiente. Pero lo mejor es el cargo que le han dado a la señorona, creando para ella puesto que antes no existía y en el que me huelo yo (y cualquiera que tenga nariz) que va a trabajar menos que el sastre de Tarzán, como diría chiquito.

Está claro que a la eficacísima Consejera le han soltado una buena prebenda a cambio de quitarse de en medio, asegurándole un retiro de oro desde el que no moleste a nadie ni se le ocurra contar lo que debe saber sobre el incendio de Guadalajara, pero al menos habrían podido tener el detalle de disimular un poco y hacerlo dentro de unos meses, que no pasa nada por estar una temporadita en las listas del INEM.

Kofi, aprende.