15 septiembre, 2005

Más sobre la negociación (o la rendición)

Cuanto más pienso en el proceso del que ayer hablábamos aquí y que destapó la COPE, más me da la sensación de que el gobierno está cometiendo un error descomunal, bien sea por puro desconocimiento e incapacidad política bien por patético cálculo electoralista y, ojo, no sé cual de las dos cosas es peor.

Porque incluso sin tener en cuenta el aspecto moral del tema, que en una cuestión de este tipo es más importante todavía que el práctico, lo que se nos avecina si la COPE no ha dado un resbalón importante, cosa que deseo por el bien de todos, es una cagada de una magnitud tal que es difícilmente comparable con ninguna otra de la historia de la democracia salvo, quizá, con la inmensa chapuza que fue el GAL, casualmente perpetrada por el mismo partido.

Y es que si el calendario que adelantaba la COPE se confirma el gobierno se encontrará a finales del año próximo con un panorama que no le deseo ni a mi peor enemigo: cuando llegue la negociación “de verdad” vamos a tener que cambiar palo de fuego por agua de fuego, como en las películas de indios, porque en realidad al gobierno no le van a quedar otros elementos con los que negociar, excepto aquellos que la banda ansía y que deberían ser inaceptables: independencia institucional o de facto, territorialidad…

La verdadera negociación, como digo, no es la de ahora: conseguir una tregua no es tan complicado y de hecho con el PP la hubo y el gobierno se limitó a mover a unos pocos presos y a posteriori. La negociación dura es la que se tendrá que dar, la que se tendría que dar al menos, para que ETA desmantelase su organización y sus arsenales, y a esa llegará Zapatero sin cartuchos y con unos 600 asesinos más en la calle, mucho más expertos y decididos que los que pueda haber ahora.

Recuerdo un viejo combate de Poli Díaz en el que el boxeador vallecano peleaba por el título mundial con un excelente púgil negro llamado, si no me falla la memoria, Pernell Whitaker. El caso es que a mitad de combate y con el americano muy seguro ya de dominar la situación Poli, que venía de machacar a sparrings muy inferiores a él, se permitió la chulería de bajar la guardia, momento que aprovechó su contrincante para cruzarle la cara muy a su sabor. Nuestro gobierno no es demasiado experto y por ahora va ganando combates fáciles o trucados como el 14M, así que ahora ha bajado los brazos como Poli.

Lo malo es que la cara que van a partir es la nuestra.

No hay comentarios: