29 octubre, 2005

Prohibido ganar dinero, capitalistas cabrones

No suelo ocuparme del noble género periodístico del fisking o fiskeo (el desmenuzamiento de un escrito de otro blogger o periodista para refutar sus argumentos), pero es que en pocas ocasiones le ponen a uno el balón tan bien colocado para un certero remate por la escuadra, así que voy a proceder…

El tema es que he entrado hace un rato, gracias al correo de un colega, en un blog llamado “Hoy empieza todo” en el que escriben cuatro autores que se hacen llamar David, Aida, Dani y Pili. El primero de ellos ha escrito un artículo titulado “Soflama contra el beneficio” en el que viene a decirnos que ganar dinero está feo:

El capitalismo se basa en el beneficio. Beneficiarse es un robo. Si un empresario se beneficia, es porque le paga a sus trabajadores menos de lo que vale su trabajo, o porque le cobra a los consumidores más de lo que cuesta producir el producto, o por las dos cosas. Esto es, sencillamente, robar.
La profundidad del argumento es, como pueden ver, milimétrica, pero es que un poco antes ya nos había avisado de lo que podríamos esperar: “No hace falta leer ni estudiar mucho para observar la realidad. Más bien hace falta despojarse de muchas cosas que nos han metido en la cabeza”, mira tú por donde teníamos aquí al lado a un sujeto de sapiencia infinita y todavía no nos habíamos enterado. Esta mezcla de la señora de Beckham (que admitió que no ha leído un libro en su vida) y Zapatero (al que según él nada ha enseñado la derecha y según veo yo muy poco la izquierda) puede desde su torre de marfil celestial echarle una ojeada al mundo y sacar las conclusiones pertinentes, no sé qué esperamos para hacerle emperador mundial o algo similar.

Admito que su visión de la economía es un poco simplista, conceptos como el almacenaje y la distribución no están al alcance de la infinita capacidad de observación de este genio y que, pese a no haber leído nada que le pudiese distraer, no es capaz de percatarse de que en el proceso de creación de un producto la infraestructura y la estructura de un empresa sirven para que éste tenga más valor que el que han aportado individualmente cada uno de sus trabajadores. Esa es una de las diferencias entre la economía actual y la de la edad de piedra de la que, querido David, te he comunico que hace varios miles de años que hemos salido.

Nuestro “economista” aficionado tampoco se ha preocupado demasiado de aprender como se gestiona una empresa:
(…) són los empresarios (o gentes de su misma calaña, como los accionistas) quienes deciden si quieren reinvertir, repartir beneficios, reducir la plantilla, y/o lo que sea. El trabajador no decide sobre cosas que le afectan profundamente. Luego, el beneficio que pueda generar su "moderación salarial" queda a disposición del empresario. Esto es una forma de proxenetismo, puesto que el "puto" trabajador, permite que el "chulo" empresario se quede con un beneficio sustraído del valor de su trabajo.
Amén de la ortografía mejorable (¿són?) y de el tono también mejorable (calaña, puto, chulo…) a este señor se le escapa que puede darse el caso de que la empresa sea propiedad de alguien, es decir, que tenga un dueño o unos accionistas que para ser una cosa u otra han invertido su dinero, lo que supongo que les dará derecho a decidir algo más que a los trabajadores, que sólo invierten su fuerza de trabajo (o su talento o ambos), son remunerados por ello y, además, pueden decidir hacerlo en otra compañía si les place o, por utilizar el lenguaje de nuestro amigo David, si encuentran otro chulo que le satisfaga más.
El beneficio no pertenece al empresario, leñe. No es suyo. Si quiere reinvertirlo tiene que ser con permiso del trabajador. Que decidan los trabajadores (p. ej. en asamblea) si quieren reinvertir su dinero, y cómo. Si quieren comprar máquinas para perder su puesto de trabajo, o para reducir su esfuerzo. O follamos todos, o tiramos la puta la río. El beneficio para todos (con lo que deja de ser beneficio para convertirse en justicia), o para nadie.
Desde luego, este hombre está obsesionado por el proxenetismo, debería apartar sus prejuicios un poco y aportarle un poco de beneficio a un empresario del ramo del bromuro, pero analicemos de nuevo la profundidad del argumento: lo de las máquinas y el puesto de trabajo es lo mejor, sobre todo teniendo en cuenta que estamos ante un artículo colgado de Internet, para lo que me imagino yo que habrá usado una máquina que le habrá quitado su puesto a un honrado trabajador (no sabemos si antes o después de arrojar al río a la mujer de vida disoluta) y eso me parece ser muy poco consecuente: debería usted dedicarse al papiro y la pluma de oca, hombre.

Pero lo mejor es el final del artículo: “O dicho de otra manera, si el beneficio empresarial es bueno, hagámonos todos empresarios”. Buena idea, David, esa es la oportunidad que te da una sociedad abierta y que te permite tener y administrar tu empresa o cualquiera otra propiedad privada que logres obtener por un médio lícito.

Eso sí, si me admites el consejo creo que es mejor que antes de lanzarte a la piscina de la aventura empresarial aprendas algo de economía, te recomiendo empezar por una cosa que se llama "división del trabajo", pero tú mismo oye…

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