15 diciembre, 2005

De lo que nos enteramos por culpa de la tele

Resulta que los representantes de esa rama de la mafia etarra (no lo digo yo sino los jueces y las instituciones europeas) llamada en tiempos Batasuna y a la que todavía se conoce con ese nombre se pasan el día hablando por la televisión autonómica vasca, ETB.

En un principio la cosa suena bastante rara, pero no porque los hijos de perra de los batasunos no tengan su derecho a la libertad de expresión, que lo tienen, sino porque puesto que no son representantes políticos de nadie no deberían aparecer por la pantalla autonómica más tiempo que un policía municipal del mismo Bilbo o la taquillera del Guggenheim.

Menos mal que un alma caritativa del PNV, el diputado autonómico José Antonio Rubalkaba, ha venido a explicarnos la razón de tan sorprendente actitud, que no se debe a que por su brillantez intelectual los miembros de ETAsuna se pasen el día hablando de redes neuronales como el Punset, sino a que ocupaban el espacio que en un principio estaría destinado a los comunistas de las tierras vascas esos, que para nuestra vergüenza sacaron 9 escaños en las últimas elecciones autonómicas.

¡¡Recórcholis!! ¡¡Cáspita!! ¿Pero no habíamos quedado en que unos no tenían nada que ver con los otros?

Probablemente no lo pretendía, pero el señor Rubalkaba nos ha dejado dos mensajes meridianamente claros: por un lado que los periodistas y los responsables políticos de ETB son unos personajes despreciables que no tienen ningún reparo en cederle a los asesinos de Miguel Ángel Blanco y casi 900 personas más una tribuna desde la que airear su odio.

Por el otro que José Luis Rodríguez Zapatero, Juan Fernando López Aguilar y Cándido Conde-Pumpido nos han engañado de manera miserable y, lo que casi es peor, nos han tomado por tontos. Me explico: toda España ha podido ver y es consciente de que los comunistas de las tierras vascas no son otra cosa que los etasunos del tiro en la nuca, tanto que el gobierno vasco y sus periodistas paniaguados actúan en consecuencia, toda España excepto la aldea de Astérix que es este gobierno, resistiendo aguerridamente a la decencia y el sentido común aunque sin poción mágica, supongo por tanto que durará menos que los bravos guerreros galos.

Y lo peor de todo es que esta indignidad y este insulto a nuestra inteligencia han sido a cambio de que no les den ni una mierdecilla de tregua.

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