¿De quién son los votos?

Avisa Nadal de que millón y medio de los votos del PSOE en realidad “son” del PSC. ¡Y uno que pensaba que los votos son de los ciudadanos que los emiten!

El dirigente socialista catalán trata de esta inexplicable forma de terciar en la polémica entre PSOE y ERC sobre el número de votos y el programa a aplicar, pero ese es un tema secundario porque lo principal, supongo que muy a su pesar, es que nos muestra la muy particular forma que tiene este político catalán de entender la participación ciudadana: los votos, una vez emitidos, no son algo que tener siempre en mente, una continua demanda de esfuerzo y seriedad, una exigencia que el partido debe esforzarse en atender; no, los votos les pertenecen.

A señor Nadal, como a la inmensa mayoría de los políticos españoles, justo es decirlo, no se le ocurre pensar que su partido, él mismo y el lugar que ambos ocupan en las instituciones son los que pertenecen a esos votos y no al revés; y que los votantes están examinándoles día a día y podrían decidirse por volver a confiar en él y en su partido la próxima ocasión, o elegir a sus rivales o irse a la playa ese día y pasar de las urnas.

Esta concepción de la democracia tan poco demócrata es lo que subyace detrás de esta refriega entre el PSOE y sus socios (ERC + PSC), el peso de los votos sirve para imponer determinadas políticas que no son las que interesan a esos ciudadanos sino las que desean sus presuntos representantes.

Y lo peor de todo es que quienes deberían tener la sartén por el mango, lo votantes, tampoco son conscientes de ello.