Socios que ensucian

Parece ser que el gobierno se ha dado cuenta de que hay socios de gobierno que más pronto o más tarde acaban dejándolo a uno hecho unos zorros. Primero fue el propio Zapatero el que nos señalaba “cosas que no me gustan” en la celebración del aniversario de la Constitución el pasado martes; hoy ha sido el “fulgurante” Secretario de Estado de Comunicación el que ha recordado a sus socios que el PSOE tiene 11 millones de votos y ellos sólo 500.000, chincha rabiña.

Sin embargo, el proceso de suelta de lastre va a resultar extremadamente complejo, ya que el actual equilibrio entre PSOE, ERC, PSC y otros socios minoritarios en los gobiernos de España y Cataluña es un delicado entramado que probablemente requeriría un cambio global muy difícil de llevar a buen puerto.

Por otra parte, no deberíamos menospreciar la posibilidad de que toda esta pelea de vecinas de escalera no sea otra cosa un espectáculo montado de cara a la galería ante los escalofriantes datos que deben estar reflejando las encuestas que se manejen por Moncloa y Ferraz.

Y es que por mucho que se trate de presentar al PP como un nido de peligrosos ultras son los radicales que ERC los que prácticamente todos los días demuestran lo extremista que es su concepción de la política y, muy especialmente, su desprecio por esa cosa, sea nación, agrupación de naciones o sociedad en comandita, que se llama España y a la que, en mayor o menor medida, se sienten vinculados muchos de los posibles votantes del PSOE, especialmente aquellos susceptibles de cambiar su voto, pocos, o de “olvidarse” de acercarse a las urnas, muchos más. Es posible, por ejemplo, que rasgar páginas de la constitución sea el talante que nos prometieron, pero muchos votantes no lo ven así.

Hay socios que ensucian, ¿hasta donde nos llevará el “cordón sanitario”?