22 octubre, 2007

Ni ética ni periodismo

La noticia de que Maragall padece Alzheimer es un ejemplo bastante prototípico de tema que pone a prueba tanto la capacidad periodística de los medios como, y muy especialmente, su altura ética. La enfermedad es siempre una cuestión delicada porque no deja de ser un asunto de la más estricta intimidad pero cuando ataca a un hombre público tiene un obvio interés para el público, valga la redundancia.

Si, además, se trata de una enfermedad cuyos efectos podrían haber tenido algún tipo de influencia en la forma en que ese hombre ha desarrollado importantes responsabilidades políticas la línea que separa lo estrictamente personal de lo que debe ser objeto de análisis y crítica en los medios se hace todavía más delgada. Así, estoy seguro de que en los próximos días vamos a ver como los periodistas y los medios se retratan en este tema.

Ayer lo hizo en un sentido muy positivo (como era de esperar) Arcadi Espada en una columna en El Mundo que reproduce también en su blog y que se decanta porque en este caso estamos ante un tema eminentemente público y hace hincapié en la responsabilidad de quienes estaban junto a Maragall, sí tenían pleno dominio de sus facultades mentales y no hicieron nada por advertir a los catalanes y los españoles de lo que ocurría:

Jamás habría dudado en publicar el diagnóstico sobre su enfermedad si hubiese llegado a mis manos. Los problemas mentales de Pasqual Maragall no debieron ser jamás un problema personal. Por desgracia lo fueron, y esa sombra se cernirá inexorablemente sobre los últimos años de su actividad pública. Su responsabilidad es, por supuesto, la de cualquier enfermo de sus características. Nula. No se puede decir lo mismo de su entorno.
Para mi gusto, un análisis tan serio como acertado, no dejen de leer el artículo completo.

En el sentido diametralmente opuesto se ha significado, y lo siento especialmente, la que fue mi casa hasta hace unos meses, que da la noticia acompañada de una foto absolutamente lamentable y que reproduzco a continuación:



Es decir, cero análisis, nula valoración, nada sobre la trayectoria del personaje, simplemente la muy española y patética costumbre de "reirse del tonto". ¿Publicaría Periodista Digital una foto similar (que seguro que las hay, como de cualquier persona a la que se le sacan docenas del fotos al día) si fuese, Dios no lo quiera, Esperanza Aguirre la diagnosticada de Alzheimer?

Apuesto que no. Lo dicho, que triste.

PD.: Me comenta Borja que ya ayer Barcepundit avisaba de que en La Vanguardia empezaba a jugarse con las fotos, muy finos también los colegas del diario barcelonés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No voy a hablar de 'ética periodística' y de nuestra ex casa, porque no se me ocurre cómo conjugar ambos términos en una frase sin que esto parezca 'El show de Flo'.

Yendo a lo que interesa diré que no estoy de acuerdo con Espasa: dudo mucho que un principio de Alzheimer diagnosticado ahora haya influido en la capacidad de Maragall. De haberlo hecho, estoy seguro de que él mismo se hubiera retirado.

Me parece lamentable, eso sí, que después de que Ferraz le diera la puñalada, ahora se vuelque en alabarle. Maragall gustará o no (a mí no mucho), pero merece respeto: antes de que dijera lo que le pasaba y después. Como ha hecho uno de los políticos más íntegros, a mi juicio de nuestro país, su rival político Duran i Lleida en su blog.

Bendita costumbre patria de hacer de los muertos / enfermos auténticos héroes redimidos de pecado. Como el bueno de Ynestrillas, al que por haber muerto a manos de De Juana, cienes y cienes de madrileños rindieron homenaje durante semanas cerca de Cuzco.

Así nos va.

Anónimo dijo...

Valiente dos, entre el iluso carmelo y la avestruz socialista de Borja ventura, si fuese director de un periódico nunca los contrataría por lo mal que hablan de su antigua casa. ¿si has comido y bebido con vuestra antigua casa cómo es que ahora tiras piedras por el que fue tu tejado?

Sentencia:

Nunca contrates a Carmelo Jordá ni a Borja Ventura, son plenos trabajadores, que tiran piedras por cada una de sus casas. Busquen en google e investiguen. El listado es interminable de descalificaciones.

Valiente dos malas personas y periodistas.

Bona nit!