07 septiembre, 2008

Ministra y madre en la vida

No, no es que esté obsesionado con Chacón, ya sé que escribí de ella hace unos días pero no puedo resistirme a comentar el fastuoso y laaaaaargo reportaje que le han dedicado en El País Semanal con el título "Madre y ministra" y que me he leído esta misma mañana con la satisfacción de ver lo mucho que hemos progresado en este país, en especial las mujeres y las madres, según con qué comparemos.

Está claro que a glorificación de Chacón va a ser una de las constantes de esta legislatura, la ministra es material mediático de primera calidad, si me permiten la expresión, pero creo que la prensa socialdemócrata y los periodistas afectos deberían ser más discretos en la loa y la alabanza. El reportaje del que hablamos está bien escrito por Luz Sánchez-Mellado, pero si yo fuera la Chacón me sonrojaría el nivel de entrega, por así decirlo, con el que está pensado y redactado.

Me da la sensación de que la periodista ha recibido unas instrucciones muy concretas tipo "vete con la Chacón y hazle un retrato humano" y con eso del retrato se ha confundido y ha tratado de hacerle un óleo de esos almibarados que pintaba Macarrón. Así ha ido la cosa: para que se hagan una idea, el reportaje es al periodismo lo que este retrato de Suquía al de Inocencio X de Velázquez:


La ministra se nos aparece como una especie de superwoman cuyas aventuras describen frases como estas:

Carme Chacón Piqueras, de 37 años, primera ministra de Defensa de España, volvía al trabajo después de parir a su primer hijo y lo hacía a lo grande. A su estilo. Marcando el territorio. (...) El rictus de firmeza de Chacón al recibir los honores de ordenanza despejaba dudas. La nueva titular ordena y manda.

Sola, sigilosa, Chacón, doctora en Derecho, se propuso meterse el ministerio en la cabeza.

El crédito de la ministra en el Ejecutivo está por las nubes.

Chacón es la mujer del momento.

Pero no es cuestión de una o dos frases sino del tono general del artículo, en el que no hay una sombra de duda, no hay una pregunta que no sea un fino pase que rematar a la escuadra con solo tocar el balón. Se recogen, por ejemplo, algunas opiniones de militares que, por supuesto, se deshacen en elogios (claro, que si yo fuese coronel y se me acercase una periodista de El País también hablaría en verso, por lo que pudiese pasar...) opiniones que se introducen anónimamente para darles un punto más de credibilidad y, sobre todo, para que dejen de ser lo que dicen unos individuos concretos para convertirse en muestra de "un ambiente". Verbigracia:

"Tiene mano de hierro en guante de seda. Es cercana y deja trabajar, pero tiene carácter y autoridad. Va a mandar mucho, al tiempo", constata un general a sus órdenes.

No les quepa la menor duda: ese tío, sea quién sea, va a llegar lejos.

La propia Carme se resiste a decepcionarnos y nos deja algunas joyas muy propias del mundo zapateril en el que se mueve que son "tragadas" por la periodista como las cosas más normales del mundo. Por ejemplo, un par de muestras de ese "antes de mí no hubo nada" tan del gusto de nuestro presidente:

Este Gobierno ha aprobado la primera ley con ese mensaje: los hijos son de las madres y de los padres.

Lo que deseo sea este cuatrienio. Uno: que las mujeres ya no estamos detrás de los hombres, sino a su lado. Y dos: bienvenidos a las Fuerzas Armadas democráticas, al Ejército del siglo XXI.

Señora, que ya llevamos ocho años de S XXI y treinta de democracia, incluso desde el punto de vista simbólico ya hace como mínimo 27 primaveras que podemos hablar de unas Fuerzas Armadas democráticas. ¡Ay! los socialistas y esa manía que tienen de inaugurarlo todo.

Por otra parte, y casi sin darse cuenta, el reportaje nos muestra también por qué el caso de Chacón no es el ejemplo de los nuevos logros de la mujer española, sino de los privilegios de una clase política que puede hacerlo todo porque casi todo se lo hacen: vive la ministra en el propio ministerio (en el centro-centro caro-caro de Madrid, por supuesto), al principio se nos dice que es "por motivos de seguridad" pero al final nos cuentan que cuando el crío destete se mudarán, es decir, que tiene un piso en la oficina para poder darle el pecho a su hijo. Me parece muy bien eso de darle el pecho al niño pero... ¿cuántas mujeres españolas pueden permitirse hacerlo así?

Otra frase de la propia Chacón explicándonos que no pasa nada por trabajar y estar embarazada también tiene su guasa, nos dice la ministra que "seguro que es más duro ser cajera y estar todo el día de pie", pues señora, casi seguro que sí pero las cajeras de los súpers a los que yo voy... ¡ya hace años que tienen sillas! Se ve que vamos poco a comprar, otro lujo que pocas madres españolas pueden permitirse...

Pero lo mejor de todo llega casi al final, cuando hay que glosar de nuevo el lado femenino de la mujer y a la periodista se le escapa esta frase gloriosa:

Las sandalias de taconazo "las cuido y me duran años" son una concesión a su evidente coquetería, aunque ahora tiene que hacer malabares con la agenda y la seguridad para escaparse a retocarse las mechas en la peluquería.

Coño, tanto quejarnos del mito de las mujeres florero y tenemos que meter la nota chusca de los modelitos, los "manolos" y las mechas. Pues nada, en cuanto tenga otro ratito que se escape a compartir secretos de peluquería con Pepe Bono, que igual ahora no sabe que hacer con esa frondosa pelambrera que se nos ha puesto.

Y es que ya lo dice la inefable Lali Soldevilla en ese "clásico del séptimo arte" que les enlazaba en el primer párrafo: estas cosas les pasan por ser monas.

PD. a la oposición: Un párrafo del reportaje se dedica a Beatriz Rodríguez Salmones, a la sazón portavoz de defensa del PP en el parlamento y que ha alcanzado ciertas cotas de fama por su sibilina astucia política en el tema del canon digital. Parece que el ministerio de la oposición se vio obligado a nombrar a una mujer para ese puesto no fuese cosa que la presencia viril de un macho afease las discusiones parlamentarias... Sea como sea, la señora aprovecha buena parte del poco espacio que le da el periodista para contarnos lo dificílisimo que es eso de la defensa y que ella no tiene ni puta idea:

(...) ha tenido que "subir las dioptrías" de sus gafas para asimilar los fundamentos del Ejército, la "institución más compleja del país". "Me doy un año de inmersión", admite.

Oigan señores del PP, ¿no había nadie en el partido que pudiese dar la replica a la ministra sabiendo algo del tema? "Un año para aprender", como dijo un ex ministro, manda huevos. Igual soy un poco radical, pero a mi me parece que al Congreso se va aprendido, señora, que para eso cobra usted más de 1.000 euros al mes sólo por ese carguito.

Y, por cierto, estos eran los que iban a tratarles bien, ¿no? Jejejeje...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reconozco que unas "fuerzas armadas democráticas" es lo mejor para un domingo por la tarde, con su tedio y tal. Debe significar que las decisiones estratégicas, militares y de combate se toman en base a los resultados de un referéndum entre tropa y oficiales. ¿Se presentan candidaturas? Por ejemplo: "Debemos atacar por consenso, dialogando y debatiendo, avanzando (en) derechos hacia la fusión solidaria entre atacantes y atacados" (Ataque psoe). O bien "Nosotros atacamos como ataquen ustedes, pero mejor" (Ataque pepe). "Pues nosotros hacemos la instrucción por nuestra cuenta y atacamos cuando nos sale porque vosotros lo que hacéis cuando no nos damos cuenta es atacarnos a nosotros" (Sin puntuación, ataque nacionalista).
Sin duda, las FAS españolas pronto serán el orgullo del mundo. Un nuevo conceto se abre camino. Tiembla, West Point. Tiembla, Sandhurst.

Anónimo dijo...

No es nada nuevo que El País, especialmente en su formato EPS, se dedique a publicar hagiografías de socialistas y otras similares calañas.
Todo vale para mantener viva la parte falsa de la Historia, sea en los medios, en las escuelas, en la sede del partido....
Pero, insisto como siempre, la culpa no es del que miente, sino del que se lo traga. Y estultas tragaderas en España, como poco, hay casi once millones.
Saludos.