Contemplo en Telecinco las imágenes del "mitin pop" que Basagoiti y la gente del PP vasco dieron ayer en Bilbao. Las pasan durante la entrevista que le han hecho al líder popular en el programa La mirada crítica de esta cadena que, para gozo de invitados y espectadores, lleva varios días sin ser presentado por María Teresa Campos (y sólo con eso han dado un salto de calidad sin precedentes).
El espectáculo lúdico - político responde a la intención de Basagoiti de "romper esquemas frente al rollo de Ibarretxe", pero a mi me parece que con estas pendejadas los únicos esquemas que se rompen son los de la estética, y no lo digo por la banda Pignoise (que tampoco son King Crimson, obviamente) sino por los coros y danzas que la muchachada popular les hacía de fondo en algo que se parecía más a una de esas misas juveniles postconciliares (sí, esas de guitarra y padrenuestro con música de fondo de Simon & Garfunkel) que a un concierto de rock.
Vamos, que se les veía más fuera de lugar que a Zapatero en una cumbre sobre economía, por poner el primer ejemplo que se me ocurre.
Y es que mucho se esfuerza el PP en cambiar su imagen de partido serio (antipático dicen ellos) y muy poco en dejar de parecer el Partido Pijo, en no transmitir ese aspecto de jovencitos de la calle Serrano que se meten en el partido, osea, para hacer política y tal, osea, antes de tomarse dos copas en Gavana, osea.
Ojo, que no digo que me parezca criticable ser o parecer un pijo, ni tan siquiera hacer política siendo o pareciendo pijo, pero todo ese empeño que se pone en eliminar de la primera fila a aznares, zapalanas, acebes, sangiles y demás representantes de "la vieja guardia" porque quedan fatal en la foto, debería ir acompañado, creo yo, de un esfuerzo equivalente en que las juventudes del partido no parezca que acaban de salir de misa de 12 hagan lo que hagan, ya sea manifestarse en las calles, ya sea " bailarrock" en un mitin.
Todo esto es hablar por hablar porque en el fondo lo que uno esperaría es que los esfuerzos se hicieran en lo que de verdad es importante: el PP vasco es (¿era?) un ejemplo para todos por su frontal enfrentamiento al terror, lo que les ha costado hasta la vida a no pocos de sus miembros. Y mientras el terror sigue campando poco menos que por sus respetos por esas tierras, escuchar música y hacer palmas no es que me parezca mal, pero sí me resulta un poco insustancial, amé que tampoco creo que sea la mejor forma de convencer al votante.
Parece, en suma, la traslación a un escenario político tan especial como el País Vasco de la política tontuna que el PP quiere poner en marcha en todo el país o, mejor dicho, en todas las taifas de esta nación de naciones: incidir en la imagen y olvidarse del fondo.
Lástima que su imagen, la de una pandilla de pijitos, funcione tan mal; lástima que ellos sigan viéndose tan monos que, osea, no se dan cuenta.
27 octubre, 2008
El PP y la Política Pop
Posted by Unknown at 4:57 p. m. Menéame
Labels: País Vasco, política, PP
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3 comentarios:
Hombre, el pop no quedará bien en los mítines del PP, pero desde luego el machacón himno pepero tampoco es que mejore mucho el panorama... ¿Qué son en el fondo los mítines multitudinarios si no incidir en la imagen y olvidarse del fondo?
Vemos un escenario donde la cultura europea, y todo lo que conlleva, está en peligro. La cultura occidental y sus valores están al borde de la desaparición. Si no ponemos remedio pronto, seremos exterminados en muy poco tiempo. Es irónico pensar que hay muchos europeos que desean este exterminio de cultura y forma de vida. Y me gustaría ver sus caras si algún día un yidahista obliga a sus hijas a vestir un burka (esto ha ocurrido en lugares como Afganistán o Irán. España, Europa entera, no sería una excepción). Seguro que no les hará mucha gracia.
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