Llamazares y su pelazo contra el FBI

Nuestro amigo Llamazares, ese héroe del anticomunismo, está tratando de administrar los 15 minutos de fama que le ha dado el FBI, pero como no podía ser de otra forma dadas las luces del personaje, lo que él intenta que sea un drama queda más bien en astracanada.

Coño Gaspar, ¿no se te ha ocurrido la posibilidad de que utilicen tus canas porque tienes un pelazo de galán maduro que no se lo salta un gitano? Sorprendente habría sido que usasen el pelo de Anasagasti, pero esa mata entrecana de galansote es que ha tenido que hacer las delicias del reconstructor de caras del FBI. Es como si viera la escena:

- ¡Pero que haces loco! No utilices la foto de Llamazares que nos buscamos un lío.
- ¿Qué no la utilice? ¿Pero tú has visto que pelazo que me tiene este hombre, que ondas, que canas? Si gracias a él me va a quedar un Osama como para llevarlo en la cartera.
- Hombre, no te digo que no, pero utilizar la imagen de un izquierdista en todo mar conocido del uno al otro confín…
- Nada, nada, ya sabes que para mí la estética es lo primero y si para lograr este rostro moruno e islamita tengo que afrontar la ira de uno de los hombres más poderosos del mundo, pues sea. Mira, si me está quedando Osama que parece Omar Sharif…

Yo lo veo todo un poco exagerado pero Gaspar, que ya sabíamos que tiene poco humor (y ninguna gracia, cabría decir), se ha tomado la cosa por la tremenda y en una rueda de prensa digna de las mejores interpretaciones de Gracita Morales nos ha contado, después de soltar la palabra Guantánamo de forma preventiva, que vive poco menos que aterrorizado, cual un Cobo cualquiera, porque la máquina de matar americana le tiene en sus archivos junto “a izquierdistas de todo el mundo”. Pedazo de archivos, oiga, porque si sale Llamazares deben de estar hasta el Tato y el que lleva la palangana: llega el mueble de Miami hasta Kansas, como mínimo.

En eso sí que creo que se equivoca: más bien tendría que protegerse por lo que le pueda llegar de arábigos y afganistánicos desiertos lejanos, que si al pobre caricaturista danés casi le cortan el cuello por dibujar a Mahoma no sé que le pueden hacer a Llamazares por prestarle la cabellera a Osama, como mínimo se le cae el pelo.

Y sería una lástima, con ese pelazo entrecano…

PD.: Bromas aparte, como el asunto es de capital importancia yo creo que Llamazares debería hacer una prueba para comprobar definitivamente si el FBI le tiene o no manía persecutoria: que se rape al cero y, si utilizan su cráneo en lugar del de Durán i Lleida para el retrato de algún terrorista calvo no hay duda: lo hacen por joder, malditos yanquis.