07 octubre, 2005

Una reflexión de un maestro

No estoy seguro del todo, pero creo que ya he contado por aquí, y si lo he hecho ruego me disculpen la repetición, que este pequeño blog que están ustedes leyendo (y hay que ver que costumbres más curiosas me tienen) nació como por rapto tras conocer el famoso blog de Arcadi Espada, que fue el primero al que entré invitado, digámoslo así, por un buen amigo.

Aquella era la primera bitácora que veía, rápidamente tuve ganas de hacer algo parecido y, en unos pocos minutos estaba hurgando en las tripas de blogger. Además, puedo decir que Arcadi no ha sido sólo mi inspirador sino también uno de mis maestros (tarea, obviamente, que ha compartido con muchos, de dentro y fuera de la blogocosa) pues desde aquella tarde del 2 de febrero de hace más de año y medio sigo leyéndole prácticamente a diario.

Y una de las razones por las que Arcadi puede reclamar ese papel de maestro es por que su blog es, además de otras muchas cosas, una reflexión sobre el periodismo y también sobre el periodismo llevado al terreno resbaladizo de los blogs, si tal cosa fuese posible. El primer año de esa tarea realizada día a día “con puntualidad ferroviaria”, como él mismo nos dice, ve la luz ahora en forma de libro y desde la propia web se puede acceder al interesantísimo prólogo (archivo en formato .PDF) que ha escrito para la ocasión y que condensa en ocho páginas muchas de las preguntas que nos hacemos alrededor de esta manía tan extraña que es escribir día tras días y colgarlo todo de Internet, con la falta de pudor que nos caracteriza a los bloggers más compulsivos.

Buena parte de esa reflexión gira alrededor del Nickjournal, el fastuoso espacio para los comentarios que ha desarrollado una vida paralela y en el que convive una auténtica comunidad. Arcadi apunta algunas notas interesantes al respecto:

"Gran parte de la conversación virtual se produce entre personas que se desconocen y que utilizan un determinado nick. Esa, y la maldad del hombre, es la razón principal de las mentiras y los insultos, desde luego. Pero también es la razón de que muchas personas se atrevan a vencer su inseguridad y logren escribir textos hermosos y útiles. En otros casos el anonimato cumple, simplemente, idéntica función que en el periodismo: protege la exhibición de la verdad."
Son ocho páginas cortitas de libro, así que no vale la pena hacerse el remolón. Si usted tiene un blog imprescindible, si se limita a leerlos muy recomendable.

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