13 febrero, 2008

Unas verdades incómodas, al menos para Boris

Espléndido el artículo en forma de carta el que dedica Pilar Rahola a su amigo Boris Izaguirre y, por extensión, a toda la "pandilla de la alegría". Puede que con más elogios de los estrictamente imprescindibles a algunos de los "santones" culturales presentes en el evento, pero también algunas verdades como puños:

"Por decirlo de forma precisa, se reunieron los de siempre y dijeron más de lo mismo. La capillita conocida, con el discurso conocido. Además, y quizás es lo que me resulta más molesto, lejos de una plataforma de apoyo a un candidato, el grupo se estructuró como una plataforma a la contra, como si el cielo estuviera a punto de caernos sobre la cabeza, como si llegara la marabunta, y los concienciados artistas tuvieran que dar su paso adelante."

O también:

"Querido Boris. El PP no me gusta nada de nada. Casi tan nada como a ti, pero estoy en contra de crear estos discursos demonizadores, que excluyen a millones de votantes de la cordura y el sentido común, que desprecian a los otros, que se elevan como si tuvieran la verdad universal y que respiran un cierto tufillo de despotismo ilustrado. Las palabras de Cuerda son propias de un pequeño déspota, y lo siento, porque me gusta Cuerda. Pero ¿es necesario despreciar hasta ese nivel a los votantes de otro partido para ganar la razón? ¿Qué pensamiento libre, crítico, razonable, existe detrás de una pendejada como esa? Yo no veo más que consigna, propaganda y servil compostura. Nada me suena a crítico. Ergo, nada me suena a libre."

Se sorprende la Rahola además, como yo y cualquiera con algo de sentido común, de la presencia en estos fastos de "intelectuales" como el doctor Montes o Judith Mascó, la bellísima presentadora de ese magazine cultural que era Supermodelo...

En fin, que no se lo pierdan.

2 comentarios:

Carlos López Díaz dijo...

La comisaria Rahola afeando a los titiriteros su exceso de celo... ¿Hay mejor prueba de que se les ha ido la mano? Espero que el 9-M paguen cara electoralmente su bochornosa zafiedad.

Anónimo dijo...

Me alegra comprobar que hay alguien más que percibe que la Rahola no es sectaria. Aunque cuando sale en la tele casi siempre sea pa cagala.